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En Estados Unidos en el 2019 el Sistema Americano de Salud se ahorró 311 billones de dólares, gracias a la decisión de cambiar los medicamentos de marcaShutterstock

Medicamentos genéricos: una alternativa para su salud y su bolsillo

Este tipo de fármacos va ganando terreno, ¿pero tienen la misma seguridad y eficacia
que los originales?

Recibir la noticia de tener una enfermedad crónica es un impacto emocional muy grande, y los miedos y las interrogantes aparecen como una avalancha: ¿cómo cambiará mi vida?, ¿qué tanto sufriré?, ¿seré capaz de soportarlo? Y sumado a ello, ¿cómo podré financiar la situación?

Estas preocupaciones tienen sentido, pues en Ecuador el 50 % de su población tiene que pagar los medicamentos de su presupuesto. Y en enfermedades como hipertensión, diabetes y demás, los pacientes, por temas económicos, pueden verse obligados a suspender sus tratamientos por el coste de la medicina.

Es allí que aparecen los genéricos. De acuerdo con la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos), “este fármaco es creado para ser igual a un medicamento de marca ya comercializado en cuanto a su dosificación, seguridad, potencia, vía de administración, calidad, características de rendimiento y uso previsto”.

“Son un gran aporte a la humanidad porque hacen que el paciente pueda acceder y continuar sus tratamientos. Mientras que un producto de marca puede costar $ 8,50, uno genérico cuesta aproximadamente $ 2,40. Es casi un 65 % menos”, reflexiona Luis Alfonso Díaz, experto en medicamentos genéricos.

Garantizando la efectividad

El bajo precio de un genérico es algo que todavía produce desconfianza en los consumidores. Por ello, Díaz, de Laboratorios La Santé, explica el porqué de esta diferencia.

El medicamento de marca tiene gastos en promoción, estudios clínicos e investigación. Y al ser precursor, debe absorber costos iniciales muy altos. Mientras que el genérico, que suministra el fármaco una vez caducada la patente, solo debe invertir en los estudios de bioequivalencia, que certifican que el producto actúa de igual manera en el organismo.

“Adicionalmente, para que estos productos estén en circulación son previamente supervisados por la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARSA), que verifica que cumplan con todos los parámetros: tener los mismos ingredientes activos, suministrarse de la misma manera, tener igual concentración y dosis y mantener una calidad idéntica”, detalla el experto.

Por ello, los médicos ya empiezan a recomendarlos y ahora comprenden el 18 % del total de prescripciones que se hacen en Ecuador, desde medicamentos como el ibuprofeno o paracetamol para dolencias leves, hasta aquellos dirigidos a tratamientos para casos como cáncer de mama, de próstata o colorrectal.