
¿Los infartos son más graves por la mañana? La verdad detrás del mito
Te explicamos qué dice la investigación española sobre la gravedad de los infartos entre las 6:00 y las 12:00
Un mensaje que circula en redes sociales presenta una afirmación alarmante "Aproximadamente el 90% de los infartos ocurren en la mañana y pueden ser minimizados si se toman 1 o 2 vasos de agua antes de acostarse". La combinación de un dato impactante con un remedio casero es la receta perfecta para volverse viral, pero tiene poco respaldo científico.
Expertos en cardiología y verificadores de datos analizaron la premisa. La relación entre la hora del día y los eventos cardiovasculares existe, pero los números y el supuesto "remedio" no se sostienen.
El mito del 90%: Un número que no aparece en los estudios
La primera parte del mensaje exagera un fenómeno real. No existe evidencia científica que respalde la cifra precisa del "90% de los infartos" en horario matutino.
Lo que sí confirman múltiples investigaciones es un patrón circadiano. Un análisis de la literatura médica indica que la incidencia del infarto de miocardio es entre dos y tres veces más frecuente por la mañana que durante la noche. Esto se debe a los ritmos biológicos naturales que regulan funciones como la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la liberación de hormonas como el cortisol, que aumentan en las primeras horas tras despertar.
Los infartos matutinos pueden ser más graves
Una investigación española del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, publicada en la revista Heart, aportó un dato crucial. El estudio, que analizó a 811 pacientes, no solo observó la frecuencia, sino el daño real en el corazón.
Los resultados demostraron que los infartos que ocurren entre las 6:00 y las 12:00 del mediodía tienden a ser más graves. El área de músculo cardíaco afectada es, en promedio, entre un 18% y un 25% más extensa que en los infartos que suceden en el periodo de menor actividad circadiana (entre las 18:00 y la medianoche).
Esto significa que el riesgo no es solo de sufrir el infarto, sino de que sus consecuencias sean peores en ese tramo horario. Los pacientes con infartos matutinos presentaron más casos de insuficiencia cardíaca y mayor disfunción ventricular.
Beber agua antes de dormir ¿Un escudo contra infartos?
Beber uno o dos vasos de agua antes de acostarse no figura en ninguna guía clínica seria como método para reducir el riesgo de infarto.
Organizaciones como la Asociación Americana del Corazón y la Organización Mundial de la Salud enumeran las medidas preventivas basadas en evidencia:
- Controlar la presión arterial, el colesterol y la diabetes.
- Mantener un peso saludable.
- No fumar.
- Realizar actividad física regular.
- Llevar una dieta equilibrada (como la mediterránea).
- Gestionar el estrés.
Una hidratación adecuada es parte de un estilo de vida sano, pero no hay pruebas de que un vaso de agua a una hora específica ofrezca una protección cardiovascular especial. Lo recomendable es beber agua a lo largo del día según la sed.
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