El alma tiene una misión que cumplir
El alma renace porque tiene deseos inconclusos de vidas anteriores que tiene que cumplir.Shutterstock

Descubriendo la misión del alma

Atmakaraka es el nombre védico del planeta significador de nuestra alma y él nos muestra qué venimos a realizar en esta encarnación

El atmakaraka es el significador del deseo del alma. Según la filosofía védica, un alma renace porque tiene deseos inconclusos que se dejaron sin cumplir en las vidas anteriores y tiene otra oportunidad de satisfacerlos. ¿Cuáles son estos deseos? ¿Se cumplirán o luchará con ellos? Esto es revelado por el planeta Atmakaraka.

Atma significa Alma y Karaka aquello que lo produce o señala. Mientras en la astrología occidental el sol y su ubicación tienen la principal preponderancia, en la Sideral es la Luna la que marca el camino y junto a ella aparece la figura del Atmakaraka como la revelación de la búsqueda del alma durante esta encarnación.

¿Cómo identificarlo?

El método es muy sencillo. Cuando se realiza la Carta Natal se obtiene un mapa con la ubicación de los 9 planetas o grahas de Astrología Védica: Sol, Luna, Mercurio, Marte, Venus, Júpiter, Saturno, Rahu y Ketu. El planeta que pasa a ser el Atmakaraka es aquel que tiene la mayor longitud, es decir, el de más alto grado en una casa astrológica (donde se cuenta de 0 a 30 grados). Ejemplo, si entre todos esos planetas Júpiter tiene 27 grados y ninguno llega a ese número, se convierte inmediatamente en el Atmakaraka del individuo.

Hay algunas consideraciones importantes. Rahu puede ser considerado como Atmakaraka, pero como su movimiento siempre es retrógrado (al contrario) se cuenta sus grados en ese sentido descendente. Es decir, si Júpiter tiene 26 grados, pero Rahu tiene 2 grados, este último sería Atmakaraka, ya que tendría mayor recorrido, porque su movimiento va de 30 a 0 grados.

Ketu no es considerado por las escuelas clásicas de Jyotish como Atmakaraka por una lógica simple: al ser el nido sur un significador de desapego, de la renuncia a la experiencia material y el regreso al plano espiritual, no puede ser considerado significador del alma, ya que no posee ningún interés por la existencia física.

La misión del alma encarnada

Una vez que hemos identificado nuestro Atmakaraka, podemos reconocer cuál es nuestra misión y objetivo principal a experimentar como seres divinos con un cuerpo físico. Esto lo va determinando las características de los planetas como explicamos a continuación:

  • Sol como Atmakaraka nos remite al problema del poder y la autoridad. Se debe aprender a no ser tan exigentes consigo mismos y cuidar no proyectar esta severidad hacia los demás. 

  • Luna señala un alma que se destaca por ser protectora de los seres que los rodean. El tema a trabajar es el desapego.

  • Marte revela la necesidad de cultivar la no violencia, orientación que es generalmente asumida por el nativo luego de la mitad de la vida. 

  • Mercurio tiene como aprendizaje esencial el uso veraz de la palabra.

    • Júpiter revela la importancia de reconocer y apreciar a nuestro maestro, sea cual fuere el ámbito del saber al que se refiera. 

  • Venus conlleva al desafío de trascender el placer en todas las experiencias humanas, dejando la comodidad por el sacrificio.

  • Saturno señala a almas con una gran capacidad de sacrificio y trabajo y de ayuda al otro asumiendo de forma sabia las adversidades.

  • Rahu indica una inclinación a desafiar los cánones establecidos. Aquí encontramos a reformadores, creativos y revolucionarios en su campo.

Detalle

En Astrología Védica, además de Atmakaraka, el alma se estudia a profundidad de la Carta Navamska, un estudio profundo derivado de la Casa 9 de la Carta Natal. Ahí uno es capaz de determinar el nivel de evolución de nuestro ser superior.

* Ángel es astrólogo védico. Consultas: Facebook e Instagram: @ronnylargo