Angélica Arias, colaboradora externa de la organización Ciudades Patrimonio Mundial
AngélicaKarina Defas

Angélica Arias, su propio legado

Su pasión por el cuidado y preservación del patrimonio cultural local la ha llevado a recorrer el planeta representando a Ecuador en foros extranjeros

Profunda conocedora del Centro Histórico de Quito y demás monumentos culturales de Ecuador, Angélica es una joven arquitecta que ha vivido y respirado cada uno de los rincones del país desde su niñez. Ese apasionante recorrido la ha llevado por diferentes escenarios públicos y privados que, poco a poco, han visibilizado su gestión a lo largo de 13 años de sólida trayectoria.

Con fuertes vínculos familiares, tiene tanto de la Costa como de la Sierra. Su ímpetu y carácter férreo le vienen de su madre, guayaquileña de nacimiento, con quien conoció los barrios altos y bajos de Quito. En su memoria mantiene vívida la figura de su abuelo materno, de quien heredó un marcado acento por el arte y, sobre todo, su gusto por viajar. Él, cuenta, fue comandante de la Marina y parte del cuerpo diplomático. “De él tengo la persistencia y el empuje para lograr lo que parecería imposible. Mientras mi gusto por la música nacional y el piano es de mi abuelo paterno, Gerardo Arias y Arias (de Riobamba), un gran compositor de canciones como ‘El pilaguí’ o ‘El canelazo’”.

Con este bagaje, recibió una formación liberal enfocada en los derechos humanos, lo que le permitió un pensamiento abierto al debate y al análisis. Estudiante sobresaliente, con apego al arte y a las ciencias exactas, la arquitectura fue el camino lógico a seguir. Sin embargo, ya en la cancha profesional debió enfrentar continuos gestos machistas que, sumados a otros factores, la condujeron a estudiar alta costura en Chile. Allí conoció a quien sería su esposo y padre de sus dos hijas, hoy de 14 y 11 años. Pero la pasión por la arquitectura la trajo de vuelta a Ecuador, donde empezó una inmersión total en el tema patrimonial que la ha acompañado desde entonces.

Dentro de casa

“Maximiliano Brito es quien me sostiene. Es mi pilar y cable a tierra. Nuestro hogar lo sostenemos los dos en todo sentido. Tenemos un núcleo familiar muy fuerte, hablamos todo con claridad, no nos contenemos. Max me ha apoyado siempre, muchas veces haciéndose cargo de las niñas, y eso también me ha dado sentimientos de culpa en diferentes momentos, pero lo hemos superado juntos. Es un papá maravilloso y compañero de vida. A veces uno tiene más ingresos económicos que el otro, a veces él pasa más tiempo con nuestras hijas, o viceversa, sin juzgarnos. Nos respetamos y apoyamos siempre”. Sus hijas, Antonia y Florencia, de carácter fuerte como las mujeres de su familia, se han acostumbrado a la dinámica de trabajo de Angélica, en un proceso en el que han debido aprender a manejar los tiempos y la presión de una carrera demandante, de la que ella se siente afortunada y agradecida.

Angélica posa en la Capilla de los milagros, en Quito
Angélica participó en la  reconstrucción de la Capilla de los milagros, ubicada en el barrio La Loma Grande,Karina Defas

Una joya rehabilitada

Entre el 2016 y 2018, A través del Instituto Metropolitano de Patrimonio, Angélica participó en reconstrucción de la Capilla de los milagros, ubicada en el barrio La Loma Grande, cuyo origen se remonta a una ermita construida en el S XVII. Fue una intervención completa de pintura mural y bienes muebles, además de la recuperación de sus cubiertas, entre otros trabajos de conservación.

Logros y más

La arquitecta fue reconocida como personalidad extranjera en el programa Personalidades del Futuro, PIPA, del Gobierno francés, en el año 2018, por su activa participación como ‘Gestora del Sitio Patrimonio Mundial’ en el proyecto Metro de Quito y su paso seguro bajo el Centro Histórico, una gestión en línea directa con el Centro de Patrimonio Mundial e Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, órgano consultivo de la Unesco).

Su conexión con la historia cultural del país se traduce en una innegable sensibilización de la realidad local. Ha colaborado en varios estamentos públicos e internacionales que promueven y regulan el salvamento y conservación del legado cultural. “Nuestro país tiene una riqueza cultural artística inmensa, pero hay mucho por hacer porque existe un marco de apoyo deficiente y falta de políticas públicas concretas y eficientes. Y más aún, debemos valorar lo que tenemos”.

Detalles

Recientemente fue nombrada colaboradora externa de la organización Ciudades Patrimonio Mundial. Ella es miembro del Consejo de Administración de Climate Heritage Network, en donde además es punto focal internacional para la Agricultura y la Alimentación.  

Angélica Arias, colaboradora externa de la organización Ciudades Patrimonio Mundial
Angélica ha encontrado en Max, su esposo, un excelente padre de sus hijos, y compañero de vida.Karina Defas

Cara a cara

  • ¿Qué legado quiere dejar?

Demostrar que se puede trabajar con transparencia y ética también en el sector público, en espacios inclusivos y justos, escuchando distintas voces e identidades.

  • ¿Qué es el éxito para usted?

Tranquilidad.

  • ¿Sus pasatiempos?

Tocar el piano, hacer cerámica, coser, tejer, armar rompecabezas y aprender a cocinar recetas tradicionales.

  • ¿Su mayor triunfo?

Representar a mi país en distintos espacios internacionales, haber logrado implementar metodologías participativas para la planificación y gestión del patrimonio cultural (Plan del Centro Histórico), peatonalizaciones, trabajo con los mercados y lidiar con la crianza de mis hijas (¡parece que lo voy logrando!).

  • ¿Cómo asume la vida?

Con agradecimiento y con sorpresa. Con la firme convicción de que ayudando desde el espacio en el que esté, se puede hacer un mejor mundo para todos.