Yaku
Cuencano de nacimiento, de 51 años y doctor en Jurisprudencia.EFE

Yaku Pérez sobre Larissa Marangoni: "No estuvimos sincronizados"

Entre sus promesas electorales, el defensor de "la verdadera mina no está bajo tierra", propone renegociar contratos petroleros y de telefonía celular y, potenciar la agricultura

Miembro de la nacionalidad kichua cañari, el líder indígena Yaku Pérez parte entre los favoritos a la Presidencia en las elecciones de 2021 en Ecuador, con la que quiere convertir al país en "potencia ecológica" y "destapar la verdad" del correísmo.

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Cuencano de nacimiento, de 51 años y doctor en Jurisprudencia, Pérez es un símbolo de la lucha indígena que ha dirigido desde diferentes organizaciones, y desde hace más de un año, prefecto de la provincia de Azuay, donde ha impulsado una forma de hacer política ecológica, que incluye una cruzada contra la minería.

"Mi propuesta, que el Ecuador sea una potencia ecológica, turística, que se apueste por la agroecología, por la educación, por la juventud. Que busquemos proteger los derechos y libertades", explica en entrevista a Efe el que será su principal eje de campaña.

Como aval presenta su gestión al frente de la Prefectura, a la que suele acudir en bicicleta y donde se redujo el sueldo a la mitad, y asegura que las auditorías de la Contraloría no han encontrado "ni un solo centavo que se haya desviado, hay una honestidad a prueba de cualquier situación".

Pachakutik-Conaie- Iza- Yaku

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Resume que en las elecciones del próximo 7 de febrero, "Ecuador va a tener que elegir entre la honestidad y la corrupción", siendo otra de sus bazas el contrapeso a los seguidores de Correa.

Una encuesta elaborada este mes por la firma Global Analytic Group, con sede en Washington, y una muestra de 1.200 entrevistados, lo situaba con el 51,7% como el dirigente indígena con más apoyos entre su electorado tradicional, y el segundo con mayor predicamento a nivel nacional con 37,3%, después del expresidente Rafael Correa, que aglutina el 39,4%.

Las encuestadoras que no me quieren tanto me ponen en segundo, eso significa que estamos los primeros, con la diferencia de que Correa tiene un techo y nosotros no.

Yaku Pérez

Condenado por la Justicia por el Caso Sobornos a 8 años de prisión e inhabilitación política -proceso al que resta un recurso de casación-, Correa figura como aspirante a vicepresidente en binomio con Andrés Arauz, joven figura nacida en las filas del movimiento de bandera del correísmo Revolución Ciudadana.

Con un discurso alejado de la vehemencia de otros líderes indígenas, Yaku, como suelen llamarle sus allegados, recuerda las cuatro veces que pasó por prisión durante el Ejecutivo de Correa, acusado de sabotaje y terrorismo.

Me encantaría debatir con el correísmo, porque es el momento de destapar la verdad, de que se abran las cortinas.

Opina que la actual emergencia económica no se debe a la crisis sanitaria y que la pandemia, "lo único que hizo es desnudar unas gigantescas asimetrías sociales, unas profundas desigualdades que las causó el Gobierno de Correa".

Al actual presidente, Lenín Moreno, tampoco reserva críticas.

Le achaca la "corrupción galopante, el asesinato de diez hermanos indígenas en la revuelta de octubre (2019), que no tiene brújula ni horizonte", y añade "una insensibilidad e indolencia por el manejo de la pandemia".

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Su candidatura a la Presidencia de Ecuador por el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik no le ha sorprendido y aclara que no busca un sillón, sino estar "siempre donde me ubiquen las organizaciones de base".

Para ello, dos de los principales dirigentes que canalizaron las protestas de octubre contra el Gobierno de Moreno, Jaime Vargas y Leonidas Iza, tuvieron que dar un paso al costado a último momento, y llamar a la unidad de los pueblos originarios.

Conforme al Plan Nacional de Desarrollo 2017-2021, alrededor del 8 % de los 17 millones de ecuatorianos se identifican como indígenas, que se reparten entre 14 nacionalidades y 18 pueblos.

Eludiendo entrar en la pugna en el seno del liderazgo indígena, Pérez recuerda que "las luchas del movimiento no son recientes" y que lo ocurrido en octubre "fue la consolidación de un movimiento que va ganando credibilidad y tiene una reserva y autoridad moral para presentarle una propuesta seria y esperanzadora al Ecuador".

¿Qué pasó con Larissa Marangoni?

Su segunda de abordo en el cartel electoral, la artista Larissa Marangoni renunció poco después de conocerse el binomio oficial de Pachakutik y que trascendieran "criterios que chocan con el movimiento indígena sobre privatizaciones o las luchas de octubre".

"No estuvimos sincronizados", justificó Pérez que tendrá que dejar la Prefectura para lanzarse a la carrera presidencial.

El movimiento busca ahora otra mujer como candidata a vicepresidenta entre varios perfiles porque considera que "la mujer del César no solo tiene que ser honesta, sino parecerlo".

Sobre la alta tasa de machismo en el país, especialmente entre las comunidades indígenas donde 7 de cada 10 mujeres afirman haber sufrido algún tipo de violencia, afirma tajante, "somos antipatriarcalistas, antimachistas" y que la equidad de género es "imprescindible" en su fórmula electoral.

E interpelado sobre cómo piensa recabar más voto, como ecologista, contrapeso a Correa o representante indígena, responde sin dudarlo: "Creo que lo que más va a pesar es la apuesta por la vida, la naturaleza, la Pachamama, el agua".

A diferencia de otros dirigentes sociales, su propuesta económica excluye un choque frontal contra organismos de crédito como el FMI.

El año pasado impulsó un referéndum contra la minería metálica en un cantón de Azuay que obtuvo el 87 % de apoyo y no ha cejado en su empeño de lograr el fin del extractivismo en la provincia y avisa que si llega a Carondelet promoverá una consulta a nivel nacional.

"No hay que tenerles miedo a los organismos internacionales, pero sí hay que exigirles reglas claras. Con reglas claras, bienvenida la inversión extranjera", argumenta.

Propone renegociar contratos petroleros y de telefonía celular y potenciar la agricultura, defensor de que "la verdadera mina no está bajo tierra", sino sobre ella.