Willian Cabeza es uno de los esmeraldeños que forma parte de los más de 14 mil damnificados que suma la provincia verde tras enfrentar doce horas ininterrumpidas de lluvias, así como el desborde de seis ríos: el Súa, el Viche, el Teaone, el Blanco, el Cube y el Tongichüe.

Pese a la tragedia del pasado fin de semana, Cabeza se aferra a lo último que se suele perder en estos casos, la esperanza. Y, así como se dice que la música sirve como analgésico emocional para el dolor de la desesperanza, mediante una improvisada melodía, prefiere cantar su historia, en lugar de contarla. Le canta a EXPRESO, que lo ha perdido todo, menos el ánimo, pues para él lo más importante es que aún cuenta con su familia.

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"Aunque a mí me esté doliendo debo estar con una sonrisa, levantándole el ánimo a mi familia", asegura el hombre que aparenta un poco menos de 60 años. Su familia está integrada por siete personas, las cuales tuvieron que trasladarse a uno de los albergues que se han abierto en la provincia para recibir a más de 700 personas damnificadas.

Willian relata que al momento de la tragedia tuvo que salir con lo que llevaba puesto, pues el desastre natural tocó a la puerta sin previo aviso y cuando ya se percataron de su llegada, para lo único que hubo tiempo fue para salvaguardar su vida, la de su familia y las de sus vecinos, a quienes ayudó a rescatar en la Tolita 1 y 50 casas.

"Estamos un poquito contentos porque no hubo pérdidas humanas", enfatiza el hombre que se dedica a la recolección de basura. 

Aunque la vida sea lo más importante, los bienes materiales son necesarios para llevar una vida adecuada. Willian lo perdió todo cuando su casa quedó bajo el agua. Ahora, que ha podido ingresar nuevamente a esta, busca entre el lodo algunas de sus pertenencias, especialmente ropa. Dice que lavándola y secándola donde unos amigos, sí se puede recuperar.

Cabeza realiza un llamado a las autoridades, especialmente al Gobierno del Ecuador, encabezado por el presidente Guillermo Lasso. "Esperamos que nos ayuden con este problema, porque esto recién inicia y no vamos a agachar la cabeza. Tenemos fe de que nos van a ayudar a todos", asegura Willian.

Según los datos expuestos por la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR), 2.895 hogares han quedado afectados a raíz de la inundación, además de 21 centros educativos y 7 casas de salud. Mientas, Esteban Bernal, ministro de Inclusión Económica y Social, ha dado a conocer que 3.465 familias han resultado afectadas hasta el momento, un total de más de 14.000 personas.

Según la SGR, las afectaciones se centraron en 13 parroquias, dañando vías de primer y segundo orden, viviendas, unidades educativas y cultivos de la zona.

Los cantones afectados son Atacames (3 parroquias), Esmeraldas (5 parroquias), Muisne (2 parroquias) y Quinindé (3 parroquias).

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