Familia. Una madre y su hijo disfrutan del paisaje urbano que ofrece el paseo.

Vuelve la opcion de cruzar el rio Guayas

Pasaje. El costo del recorrido fluvial tiene un valor de $ 3 para adultos, mientras que los niños y personas con discapacidad se benefician de descuentos.

El manso Guayas, como lo llaman muchos, se convirtió durante la fiesta porteña en otro de los escenarios para celebrar o mirar desde otro ángulo a la ciudad, y recordar que la historia del Puerto siempre estuvo ligada a este importante río.

La nueva opción de paseo turístico, impulsada por el Servicio de Gestión Inmobiliaria del Sector Público, recorre una ruta cada hora, desde las 10:00 hasta las 16:00, y parte desde el Malecón ‘1900’ del Parque Histórico, en Samborondón hasta el malecón Simón Bolívar (‘2000’), en Guayaquil y viceversa.

Susana Córdova, directora nacional de parques y espacios públicos de Inmobiliar, explica que la idea nació como parte de un homenaje por las fiestas octubrinas. En un inicio se planteó hacer recorridos solo desde el 6 hasta el 8 de octubre, aunque ahora decidieron dejar abierta la opción turística por tiempo ilimitado.

Este tipo de paseos de orilla a orilla fueron populares en el siglo pasado, cuando los guayaquileños cruzaban el río para ir a comer fritada en el vecino cantón Durán, pero se dejaron de realizar hace algunos años.

Esta iniciativa ahora pretende permitir a los guayaquileños conocer sobre la vida silvestre, las áreas tradicionales y urbano-arquitectónicas que se observan durante el viaje por los ríos Daule y Guayas. Así como también facilitar un transporte entre cantones y hasta recuperar costumbres.

“En los próximos días lanzaremos la ruta del mango y de la fritada”, cuenta Milton Abad, guía del recorrido. El objetivo de estos paseos será que las personas que salgan desde el Parque Histórico puedan viajar en bote hasta Durán para comer mangos o la tradicional fritada y otros platos típicos de ese cantón. “De esta manera, también incentivamos al comercio”, agregó.

Steven Lozano subió al bote junto a su novia Lisbeth Correa en el primer turno del día. Para él este tipo de viajes son una forma de salir de la rutina del trabajo, por ello cree oportuno que se haya abierto esta nueva opción al público en feriado. “Uno como guayaquileño muchas veces no conoce su propia ciudad”, dijo.

También Sebastián Miranda, un pequeño de nueve años, mostró su emoción por el recorrido sobre el agua. Sus ojos no se despegaron de la orilla de la ciudad.

Este viaje cuenta con dos unidades con capacidad de 24 y 48 personas respectivamente, que se suman a la oferta existente de otros paseos en barco por el río.

Abad invitó a la ciudadanía a participar próximamente de las salidas desde el muelle a la altura de Tomás Martínez en Guayaquil. “Ya estamos tramitando los permisos con la Alcaldía. El permiso de desembarcar en Durán ya lo tenemos”, contó.