La vida de los animales es tan valiosa como la de los seres humanos

El video que apareció en las redes sociales donde una persona atropella a plena luz del día a un pelícano en un muelle de las islas Galápagos sin duda que conmovió, indignó y apenó a muchos compatriotas ecuatorianos por la crueldad con que el chofer del carro impactó y dejó agonizante en el piso al ave. Luego, el responsable del condenable hecho intercambió palabras con dos ciudadanos que le reclamaron por la mala acción cometida y se retiró tranquilamente del lugar. Ahora se sabe que acaba de ser juzgado por los organismos competentes y condenado a pagar una multa de $ 6.000 -que le rebajaron porque se entregó de manera voluntaria- así como a cumplir 100 horas de labores comunitarias. Claro que el castigo no se compara con el daño letal que hizo aquel ciudadano, aunque con la sanción establecida aprenderá que la vida de los animales es tan valiosa como la de los seres humanos. Dentro de este contexto, la población en general demanda y exige que se mantengan controles permanentes en la región insular -como los realizados últimamente- con el fin de detener, procesar y sentenciar a tripulantes de grandes embarcaciones extranjeras que sean sorprendidos pescando dentro del mar territorial, porque en determinadas ocasiones las autoridades respectivas han encontrado en el interior de barcos chinos cientos de tiburones martillo, que son especies consideradas en peligro de extinción, totalmente mutilados y listos para comerciarlos ilegalmente.

Alfredo Muñoz