La percepción sugiere y la realidad confirma que mientras menos graduados haya de una profesión, estos tendrán más opciones de trabajo que los de una carrera con una mayor oferta. Más aún si aparte de ello son opciones profesionales con un plus que las vuelve atractivas y útiles para la industria, el comercio, la salud y el desarrollo de la sociedad en general.

Se trata de algunas de las carreras con menos demanda de cupos por parte de los bachilleres y aspirantes a estudiar en universidades, escuelas politécnicas e institutos superiores tecnológicos públicos del país.

En algunos casos, son desconocidas por los estudiantes, que en su mayoría se siguen inclinando por las opciones tradicionales de Administración, Derecho, Medicina, Educación o Comunicación, entre otras.

“Nunca había escuchado de ella en el colegio”, confiesa, por ejemplo, Natalia López Campuzano sobre Ingeniería en Materiales, la carrera que estudia en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol). Aunque aún cursa el octavo semestre, ella ya trabaja en su área en la fábrica de envases Fadesa.

Un graduado de esta opción se encarga del análisis, control y verificación de la manufactura de productos metálicos, plásticos, cerámicos y de otros avanzados, explica el director de la carrera, Clotario Tapia.

López recuerda que había ingresado a la Espol para estudiar otra opción, pero allí conoció de esta. “Revisé la malla curricular y me encantó. El campo de juego es gigante. Podemos aportar a la industria e investigación. Nos permite crear cosas”, resalta con entusiasmo.

Entre fines de septiembre e inicios de octubre se desarrolló la fase de postulación dentro del proceso de admisión a la universidad que lleva a cabo la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

A pedido de este Diario, la entidad facilitó una lista de las carreras con menos y más demanda de cupos. El fin era difundir sus perfiles profesionales y campo laboral, para que las conozcan los bachilleres.

Además de ello, EXPRESO solicitó a varias instituciones locales sus respectivas listas. Aparte de Ingeniería en Materiales, la Espol menciona otras opciones poco buscadas por los bachilleres, a pesar de que, según afirma, son muy útiles y con alta empleabilidad. Entre ellas, Ingeniería en Minas, Oceanografía, Geología e, incluso, en plena era de la Big Data, la carrera de Estadística.

En tanto, la Universidad de Guayaquil anota Sociología y las licenciaturas en Terapia Respiratoria, Terapia Ocupacional, Terapia de Lenguaje y en Dietética y Nutrición.

Curiosamente, a pesar de que la educación técnica y tecnológica suele ser relegada por los bachilleres, dos institutos porteños consultados, el Guayaquil y el Vicente Rocafuerte, indicaron no tener casos de carreras con baja demanda.

Según Vallardo Villegas, excoordinador Zonal de la Senescyt, también suelen ser relegadas carreras relacionadas con la Agronomía, incluso en zonas agrícolas como el área rural de Guayas y Los Ríos.

Asimismo, menciona algunas especialidades de Educación, como Física, Química o Matemáticas. “Y un profesor de cualquiera de estas materias tiene una alta demanda en cualquier colegio”, contrasta.

EXPRESO presenta los testimonios de graduados en otras tres carreras poco buscadas, quienes, al igual que López, destacan sus ventajas.

A continuación, los testimonios de graduados de tres de las citadas opciones profesionales:

INGENIERÍA EN MINAS

“Me llevé la grata sorpresa de encontrar un trabajo en el sector minero casi un mes después de haber sustentado mi tesis, importante recalcar, en medio de una pandemia”, resalta el ingeniero en Minas, Geovanny Alcivar.

Afirma que no fue una elección al azar. “Informarse es clave cuando estás decidiendo qué carrera quieres estudiar”, afirma. En su caso, investigó sobre las opciones de ingeniería, sectores en desarrollo, cuáles eran los ámbitos en los que me desenvolvería, trabajos a los que podría aspirar una vez graduado; y la ingeniería en minas llamó mucho mi atención”.

Entre otras cosas, su perfil profesional le permite “diseñar y dirigir las obras de ingeniería superficiales y subterráneas para el aprovechamiento técnico de los recursos minerales”, explica la directora de la carrera, Silvia Loaiza.

Agrega que el campo laboral es amplio, en empresas nacionales y extranjeras, pues en la Espol es una carrera con acreditación internacional.

SOCIOLOGÍA

"La mayoría de quienes eligen una carrera lo hacen pensando más en su propio interés, en la rentabilidad de una profesión. De allí que no haya tanta demanda por estudiar Sociología”.

Así lo afirma Carmen Zambrano Soria, quien se graduó hace cuatro años de esta carrera en la Universidad de Guayaquil, y como directora de la Fundación de Ayuda Social Olmedo Espinoza (Fasole), dice haber capacitado hasta ahora a unas 3.000 mujeres del área rural.

Zambrano ha sido asesora de municipios de Guayas. A su criterio, todos deberían contar con un sociólogo para que les ayude a analizar los diversos problemas socioeconómicos de sus comunidades, determinar las causas y proponer soluciones. “Lamentablemente, la mayoría prefiere tener de asesor a alguien que les maquille las cifras o le organice fiestas”.

Según afirma, a diferencia de otras carreras, que se enfocan en una sola área o sector laboral, la Sociología es transversal.

TERAPIA RESPIRATORIA

Denisse Fajardo Ramírez quería ser terapista. Y cuando vio las opciones en la Universidad de Guayaquil, eligió la Respiratoria sobre la de Lenguaje o la Ocupacional porque la primera se desarrolla más en el ámbito hospitalario que en el externo. Además, porque tenía familiares que sufren de problemas respiratorios.

“Los terapistas respiratorios estamos en las áreas más críticas, muy cerca de los médicos. Todos los hospitales requieren de terapistas respiratorios porque su labor va de la mano con la parte cardíaca de los pacientes”, dice.

De allí que, según afirma, es una profesión con gran demanda laboral, en hospitales públicos y privados, así como de manera externa. De hecho, las secuelas de la COVID-19 obligan a muchos pacientes a requerir tratamientos y rehabilitación en sus casas.

Denisse se graduó a mediados del año pasado y trabaja en el hospital Luis Vernaza, así como brindando atención a domicilio.