La Universidad como meta

La Universidad como meta

En el país hay una generación de jóvenes que son los primeros de sus familias en acceder a una universidad. Ayer recibieron un reconocimiento simbólico.

Cargan sobre sus espaldas con una gran responsabilidad. En el país hay una generación de jóvenes que son los primeros de sus familias en acceder a una universidad. Ayer recibieron un reconocimiento simbólico.

Se pusieron sus mejores trajes. Llegaron a un almuerzo organizado por la Secretaría de Educación Superior acompañados por sus representantes que, no en todos los casos, eran sus padres.

Orgulloso, Andrés Tumipamba, de 17 años, recibió un diploma y una medalla que lo acreditan como la primera generación de su parentela que tendrá educación superior. Él consiguió un cupo para estudiar Ingeniería en Petróleos en la Escuela Politécnica Nacional (EPN), en la capital.

Junto a él caminaba su ‘mamá’ Magdalena Tumipamba, quien en realidad es su tía. Lo cuidó desde que era un niño. “Mi hermano pasaba por una situación económica complicada y yo asumí la responsabilidad. No me arrepiento porque Andrés solo me ha dado satisfacciones”, contó a EXPRESO.

De los 70.000 estudiantes que postularon este año para ingresar a la universidad, el 68 % está en el grupo de jóvenes cuyos padres, hermanos o abuelos no tuvieron acceso a educación superior, de acuerdo a las cifras de la Secretaría.

Para Ana Karen Vera, de 21 años, el reto es múltiple. Sus padres migraron desde Manabí a Quito hace diez años buscando trabajo. La situación no mejoró y, luego de terminar el bachillerato empezó a laborar en una heladería.

Hace pocos meses se unió con su novio Luis, de 23 años, pero él, en lugar de pensar en ampliar la familia, le pidió que se presente a dar las pruebas de ingreso para estudiar Administración de Empresas. Ella ve en los estudios una forma de ayudar a su familia en el futuro.

René Ramírez, secretario de Educación Superior, dijo que el 60 % de jóvenes de esta categoría están en al quintil 1 y 2: “Es decir, pertenecen al 40 % más pobre de la población”.

Pero este, apenas es el principio. El reto más grande es lograr que todos estos chicos terminen sus carreras universitarias, algo en lo que el país todavía tiene falencias.

Para mitigar esta realidad la Secretaría de Educación Superior se plantea varias estrategias. Una de ellas es proponer un incremento en la asignación presupuestaria para los centros de educación superior que concluyan el proceso con la titulación de esta generación.