Universidad de Guayaquil
La política lo ha invadido todo. Imponer una sola ideología no ha tenido miramientos. Las universidades fueron las primeras víctimas. Todo empezó con una ley que se socializó con un matiz más político que académico o de gobierno autónomo, y de la que aún no tenemos acceso a resultados. En segundo lugar, desaparecieron de la cátedra a los ancianos. La excusa, malos profesores. La realidad, siempre los hubo y aún los hay.
¿Qué estaba detrás de este descabezamiento? Tapar la historia del país, pues cada profesor, independientemente de la materia que imparte, es un pedacito de historia que se comparte con los alumnos. Cuba, por ejemplo, descabezó a toda autoridad que pudiera transmitir a la siguiente generación lo que es una sociedad libre.
Hubo muy malas universidades, la decisión fue cerrar las privadas e intervenir las públicas. No cerraron a ninguna pública.
La Universidad de Guayaquil (UG) fue intervenida en octubre del 2013 y sometida a una Comisión de Seguimiento con el fin de que la ciudadanía acceda a un mejor nivel de educación superior. Inicialmente la intervención estuvo presidida por Jorge Kalil y Enrique Santos, como parte de la Comisión de Seguimiento. Hasta el año pasado el presupuesto fue aproximadamente de dos millones de dólares. Según CES se han incrementado los sueldos de los profesores, también se incrementó la producción científica y ahora ostenta categoría B, es decir, igual que la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. ¿Cree usted que la UG mejoró?
Hoy, el rector afirma que peligran la investigación y las obras programadas, ya que se rebajará el presupuesto. Percibo que no es tarea fácil elevar el nivel de educación superior que la UG promete. Asimismo, percibo que la mejor gestión la lideró León Roldós, a pesar de que sus enemigos estaban dentro; es decir, los más peligrosos, aquellos que se alinean para sobrevivir a un sistema invisible que no deja nada bueno que digamos.
¡La tan querida Universidad de Guayaquil...! ¿Cómo la percibe usted?