Unidos por la Tricolor

L a vida espiritual y sus frutos (Gálatas 5:22) tienen también efectos positivos en el deporte; un futbolista responsable, apartado de la vida mundana, se concentra en su actividad, entrena mejor, come bien y descansa lo necesario; su rendimiento en la cancha es superior ya que su mente está en orden y sus emociones bajo control.

Los muchachos de la Tri, por su relación con Dios, practican un “fútbol divino” como lo calificó EXPRESO, que llena a todo el país de energía positiva y que nos une en un solo sentir de confianza y optimismo. Que Dios los siga bendiciendo en este proceso eliminatorio y en sus vidas personales.