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La Bancada del Acuerdo Nacional se integra con legisladores de CREO, independientes entre ellos tres disidentes de ID, PK y PSC.CORTESIA

El tsunami de gobernabilidad pone en aprieto a los partidos políticos

Organizaciones experimentan bajas sensibles. El Partido Social Cristiano se queda sin su presidente. El dilema: sumarse pese a las diferencias u oponerse

Todos lo sabían. Construir gobernabilidad con una Asamblea Nacional tan fragmentada como la actual sería una tarea complicada y con un precio, alto para unos y no tanto para otros. Salvo algunas excepciones, no hay organización política representada actualmente en el Legislativo que haya pagado ese costo con la baja de cuadros a nombre de la gobernabilidad o por otros motivos.

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De las bajas más sensibles, hasta el momento, está Pascual del Cioppo. El hasta el pasado 27 de mayo el presidente del Partido Social Cristiano (PSC) dejó el cargo a través de una carta dirigida al primer vicepresidente de la organización, Carlos Falquez Batallas, sin ahondar en mayores razones más allá de las obvias (ver subnota). La carta, aparte de otros detalles, evidencia su lealtad al presidente Guillermo Lasso, virtud que su ahora antiguo partido político ya no profesa hacia el primer mandatario.

Y en la lista también está el excandidato presidencial Yaku Pérez, quien a diferencia del anterior se va porque su organización política pactó con el actual movimiento oficialista, CREO, en el Legislativo precisamente para crear un ambiente de gobernabilidad.

Este tsunami de gobernabilidad vino bajo alerta y hasta los ahora más acérrimos contradictores del actual Gobierno están conscientes de que la ola viene con fuerza y tienen dos opciones: sumarse a este sentido de responsabilidad superior a las diferencias políticas o contraponerse.

El Partido Social Cristiano, pese a la ruptura con el gobierno de Lasso luego de apoyarlo en alianza para que llegara a la Presidencia, sabe que no puede cerrarse del todo. Nebot, dejando la puerta entreabierta, ha proclamado que en materia legislativa están dispuestos a apoyar los proyectos de leyes, reformas y más que vengan del Ejecutivo y de otros, siempre que no vayan en contra de sus preceptos. La misma postura ha adoptado la alianza Unión por la Esperanza, que aglutina a los adeptos del expresidente Rafael Correa, que a diferencia del PSC y otros no ha sufrido hasta el momento bajas que lamenten.

Pachakutik (PK) y la Izquierda Democrática (ID) han sufrido una baja cada uno de legisladores que ahora pertenecen a la Bancada del Acuerdo Nacional, integrada por CREO e independientes. Cambiaron de bandera, pero siguen perteneciendo a la misma mayoría. El Legislativo arranca con cautela sin aún tomar impulso. Está definiendo su hoja de ruta y aquí se verá si esta responde en su mayoría o no a la agenda de gobernabilidad de la nueva administración y si el precio pagado valió la pena.