Candidato. El magnate Donald Trump aspira a la presidencia de EE.UU.

Trump da marcha atras en el deshielo con Cuba

Principalmente, la nueva política impide cualquier transacción financiera con el Grupo de Administración de Empresas (GAESA), un holding estatal cubano que de acuerdo con Washington beneficia directamente a altos jefes de las Fuerzas Armadas.

El presidente estadounidense, Donald Trump, declaró ayer el fin del acuerdo “unilateral” de su predecesor Barack Obama hacia Cuba, prohibió hacer negocios con los militares en la isla y prometió apoyar al pueblo cubano en su lucha contra su “brutal” gobierno.

“No queremos que los dólares estadounidenses vayan a parar a un monopolio militar que explota y abusa a los ciudadanos de Cuba (...) y no levantaremos las sanciones hasta que se liberen los presos políticos”, prometió Trump en un pequeño teatro en la Pequeña Habana de Miami ante miembros del exilio cubano.

Principalmente, la nueva política impide cualquier transacción financiera con el Grupo de Administración de Empresas (GAESA), un holding estatal cubano que de acuerdo con Washington beneficia directamente a altos jefes de las Fuerzas Armadas.

Esta medida fuerza a los inversores extranjeros a entenderse directamente con los nóveles empresarios en la isla.

Trump también fijó medidas más estrictas para controlar que los estadounidenses que viajen a la isla lo hagan, en efecto, en el marco de las 12 categorías ya implementadas por Obama, ninguna de las cuales incluye el turismo.

Pero las relaciones diplomáticas se mantienen y los cubanos conservan su derecho de viajar y enviar remesas.

Esta nueva política no revierte en los hechos el acercamiento iniciado por Washington y La Habana en diciembre de 2014, sino que endurece sus términos.

Uno de los mayores legados políticos de Obama fue la apertura de las relaciones diplomáticas con La Habana en 2015, tras medio siglo de ruptura y desconfianza.

Desde entonces, Washington ha estado abriendo un incipiente flujo de intercambio comercial y permitió que los estadounidenses viajen dentro de 12 categorías, entre ellas el “contacto pueblo a pueblo” o el “intercambio cultural”.

Ahora, bajo el nuevo Memorándum Presidencial de Seguridad Nacional, el Departamento del Tesoro auditará tales justificaciones para viajar, cuando antes el viajero solo tenía que dar su palabra.

Más de un cuarto de millón de estadounidenses visitó la isla en los primeros cinco meses de 2017, lo que representó un crecimiento de 145 % frente a igual período de 2016, informó el miércoles un portal cubano.

Empresas aéreas y de cruceros hacia Cuba hicieron millonarias inversiones en los últimos dos años para prepararse al nuevo escenario bilateral.

Expertos consultados vaticinan una caída en Estados Unidos en las reservaciones de boletos de avión, cruceros y hoteles para visitar la isla.

“Para la economía cubana y el sector privado este cambio representa un gran golpe”, señaló Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, grupo de reflexión con sede en Washington.

“Las nuevas medidas estarán atacando las dos únicas fuentes de crecimiento que actualmente tiene la economía cubana: el turismo y el sector privado”, destacó el economista cubano Pabel Vidal.