Actualidad

Triple crimen estremece a comuneros

Segundo Ruiz Paibato, de 81 años, su hija Martha, de 15, y Jonathan, de apenas seis meses de edad, fueron las víctimas.

Sospecha. La familia presume quién habría cometido los crímenes.

La pequeña comunidad de Andoas se estremeció con el triple asesinato que involucró a un hombre de la tercera edad y dos menores de edad. El poblado pertenece al cantón de Pangua en Cotopaxi, cuyos habitantes aseguran que es la primera vez que ocurre una desgracia de esta magnitud.

Segundo Ruiz Paibato, de 81 años, su hija Martha, de 15, y Jonathan, de apenas seis meses de edad, fueron las víctimas. Según el resultado de la necropsia, el adulto mayor fue degollado y los dos menores asfixiados. Los cuerpos fueron encontrados por Humberto Ruiz, hijo del octogenario.

Según comentó Ángel Ruiz, su abuelo junto a la hija y el nieto salieron el pasado martes desde su vivienda con destino a la parroquia El Corazón, para cobrar el bono y a presentar una denuncia por una amenaza que habían recibido.

“El papá del bebé ha estado amenazando a la tía de muerte. Por el susto fueron a denunciar para prevenir alguna desgracia”, mencionó Ángel.

Pero las horas transcurrieron y los tres nunca regresaron a casa.

Humberto, que está a una hora de la casa de sus progenitores, fue a visitarlos la tarde del martes. Fue entonces que su mamá le contó que Segundo no retornaba.

El hijo inició una desesperada búsqueda desde entonces, pero no logró respuesta.

Al siguiente día continuó con el recorrido que habrían hecho sus parientes, por todo el límite de la finca hasta que los encontró.

Un niño le alertó que había visto a tres personas que, al parecer, dormían en el campo. Humberto corrió para verificar de quiénes se trataba, encontrando una cruel escena. Su padre, hermana y sobrino estaban muertos. De inmediato alertó a los vecinos y familiares más cercanos. Los peritos de la Unidad de Delitos Contra la Vida (Dinased) acudieron al lugar e investigan el caso.

Los cuerpos fueron trasladados al Centro Forense de Ambato, Tungurahua, ayer.

La familia tiene un sospechoso y espera que los investigadores lo ubiquen. YIE