Aunque fue tentado a defender a la selección uruguaya, Spencer nunca renunció a la Tri.

Trece anos del adios de Alberto Spencer

La familia y los hinchas le rindieron homenaje por las redes sociales a Alberto Spencer. En los clubes a los que defendió olvidaron la fecha.

El debate de quién es el mejor futbolista de la historia siempre estará abierto. Habrá quienes argumenten datos estadísticos, históricos, de títulos conseguidos, presencias en mundiales, o simplemente gustos personales, pero hay algo que es indiscutible, el nombre de Alberto Pedro Spencer Herrera siempre será incluido entre los finalistas a dicha distinción.

Ayer, cuando se cumplieron 13 años de la partida de Cabeza Mágica, su hija, Jacqueline Spencer, le rindió un justo homenaje, publicando en su cuenta oficial de Twitter un emotivo mensaje: “Hace 13 años... Gracias a la hinchada y a quienes no lo olvidan”, junto a una imagen de la barra de Peñarol, que poco después del fallecimiento del delantero ecuatoriano mostró una bandera con la leyenda: “Spencer... un fenómeno que perdió el fútbol, pero un grande que ganó el cielo”.

El torturador de arqueros, que entre 1953 y 1972 comandó las delanteras de: Everest, Peñarol, Barcelona y la selección ecuatoriana, es un auténtico símbolo en Uruguay, país que se convirtió en su última morada, luego de morir en Cleveland, Ohio, Estados Unidos, el 3 de noviembre de 2006, a los 68 años de edad.

Muchos hinchas se hicieron eco de la fecha, que una vez más pasó inadvertida por los clubes y de la selección nacional a los que él defendió.

Nacido en Ancón, Alberto Spencer, quien nunca renunció a vestir la camiseta tricolor, fue incluido por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol en la lista de los 20 mejores futbolistas sudamericanos del siglo XX. Definitivamente un gigante.