Trata de personas
El número de víctimas de trata de personas se incrementa, en especial a través de redes sociales, que es un mecanismo para reclutar víctimas. El incremento recae en niñas y mujeres. Las más pequeñas son condenadas a la explotación sexual y a las adultas las explotan en trabajos forzosos.
En el Ecuador “la captación, transportación, traslado, entrega, acogida o recepción para sí o para un tercero, de una o más personas, ya sea dentro del país o desde o hacia otros países con fines de explotación, constituye delito de trata de personas”.
“Explotación es toda actividad de la que resulte un provecho material o económico, una ventaja o cualquier otro beneficio, para sí o para un tercero, mediante el sometimiento de una persona o la imposición de condiciones de vida o trabajo, obtenidos de: la extracción o tráfico ilegal de órganos, la explotación sexual de personas, incluida la prostitución forzada; el turismo sexual y la pornografía infantil; la explotación laboral, incluido el trabajo forzoso, la servidumbre por deudas y el trabajo infantil; la promesa de matrimonio o unión de hecho servil, la adopción ilegal de niñas, niños y adolescentes, la mendicidad, reclutamiento forzoso para conflictos armados o para el cometimiento de actos penados por la ley y, cualquier otra modalidad de explotación”.
Como es de esperarse, a lo largo de este inhumano sometimiento se violan varios de los derechos humanos que, como sabemos, son el más alto deber del Estado ecuatoriano.
Por ello, creemos que es preciso se lo enfrente con un enfoque de derechos, lo que incluye la presencia eficiente y eficaz de la fuerza pública para el tratamiento de la delincuencia organizada y orden; identificar a las víctimas como titulares de derechos y para asistirlas; e identificar a los responsables para llevarlos ante la justicia.
¿Usted conoce las acciones del Estado para prevenir y sancionar la trata de personas?
¿Usted controla el uso de redes sociales de jóvenes y niños?