
Trasplante de memoria, un paso mas para lograrlo
El primer logro ha sido gracias a caracoles, de la mano de la Universidad de California.
La ciencia ficción propone que si tu cerebro muere tu memoria sea trasplantada a otro cerebro, a una computadora o a un cuerpo totalmente robótico. Y como el cine siempre ha parecido inspirar a la ciencia real... Hacia allá vamos.
Los biólogos de la Universidad de California, en Los Ángeles, han logrado dar un primer paso: transferir un recuerdo de un caracol marino a otro. Los resultados de su experimento fueron publicados en eNeuro.
Esta investigación ha dejado pautas para descubrir nuevas formas de disminuir el trauma de los recuerdos dolorosos e incluso restaurar los recuerdos perdidos. Es más, para mejorar los efectos del alzhéimer y del trastorno del estrés postraumático.
¿Cómo lo hicieron? Primero hay que entender que el ARN, o ácido ribonucleico, se conoce por su función como ‘mensajero celular’ que produce proteínas y lleva las instrucciones del ADN a otras partes de la célula.
Los investigadores aplicaron leves descargas eléctricas a las colas de una especie de caracol marino llamado Aplysia: una cada 20 minutos hasta contar cinco, y luego cinco más 24 horas después. Estos impactos mejoraron su reflejo de respuesta defensiva que usan para protegerse de posibles daños.
Al tocar los caracoles más tarde, los científicos encontraron que los que habían recibido los choques realizaban una contracción defensiva que duraba un promedio de 50 segundos. Mientras que aquellos a los que no se les habían dado los golpes realizaban una contracción de un segundo.
Luego, extrajeron el ARN del sistema nervioso de los caracoles marinos que habían recibido los golpes de cola para inyectarlo en siete caracoles marinos que no habían recibido ninguna sacudida. También tenían un segundo grupo control con otros siete caracoles que tampoco habían recibido ninguna sacudida.
Resultó que los animales que recibieron el ARN de los caracoles con la experiencia de unas descargas eléctricas actuaban como si hubieran tenido la misma experiencia. Mostraron una contracción defensiva que duraba unos 40 segundos.
David Glanzman, profesor de la Universidad de California (UCLA), dijo que el resultado fue “como si realmente transfiriésemos la memoria”.
Tradicionalmente, se pensaba que los recuerdos a largo plazo se almacenaban en las sinapsis del cerebro, las uniones entre las células nerviosas. Cada neurona tiene varios miles de sinapsis. Pero el profesor de Biología Interactiva de UCLA tiene una opinión diferente. Cree que los recuerdos se almacenan en el núcleo de las neuronas. “Si los recuerdos se almacenasen en las sinapsis, nuestro experimento no hubiese funcionado”, asegura.
El estudio muestra que el ARN es un elemento esencial en el almacenamiento de la memoria de los organismos vivos, en lugar de únicamente la conectividad entre las células cerebrales, que entra en las teorías de la neurociencia.
Los investigadores dijeron que las células y los procesos moleculares en los caracoles marinos son similares a los de los seres humanos, a pesar de que el caracol tiene alrededor de 20.000 neuronas en su sistema nervioso central y se cree que los humanos tienen alrededor de 100 mil millones.
Sobre si este proceso sirve para transferir recuerdos formados a partir de experiencias de vida, Glanzman espera que el hallazgo sea útil para explorar más aspectos de la memoria desconocidos hasta ahora.