
El trancon vehicular se siente a toda hora
Inconvenientes. Los problemas en el tránsito no desaparecen los fines de semana, especialmente los sábados, como acontece en la Francisco de Orellana.
Ya no es solo durante las ‘horas pico’. Circular por la ciudad cada vez se torna más conflictivo, especialmente en el norte y centro.
Avenidas como de las Américas, Carlos Luis Plaza Dañín, Kennedy, 9 de Octubre, Delta, del Maestro, Francisco de Orellana y Víctor Emilio Estrada permanecen saturadas de automotores. A estas se suman calles como Esmeraldas, Los Ríos, Carchi, José Mascote, Machala y José de Antepara.
Un capítulo aparte son las avenidas Pedro Menéndez Gilbert y Benjamín Rosales, vías que por lo regular permanecen congestionadas, y cuya carga vehicular, se espera aliviar el próximo año con el viaducto que se construye sobre el río Daule y que unirá Samborondón con Guayaquil.
Pero ¿qué sucede con los otros sectores? La Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) alega que la mayor parte de la congestión obedece al colapso del puente de la avenida de las Américas, producto del terremoto del pasado 16 de abril.
A ello se suma el cierre, al menos por tres semanas, de dos pasos, cuyas estructuras son reforzadas por seguridad.
Debajo del puente se habilitó un carril para la Metrovía. También rutas alternas para los buses y automotores livianos. Sin embargo, persisten los embotellamientos, prevaleciendo el ruido y la contaminación.
El jefe de los agentes de la ATM, coronel Enrique Varas, reconoce los inconvenientes en el tránsito. Sostiene que el colapso del viaducto generó un problema vial en cadena, al extremo que se extendió a la avenida Víctor Emilio Estrada, en Urdesa central.
Sobre las constantes hileras de vehículos en la avenida Quito, que también afectan a calles aledañas al cementerio general, Varas recordó que el paso elevado que conecta con la avenida Luis Cordero Crespo fue habilitado solo para vehículos livianos, por cuestión de seguridad. Los buses que se dirigen al norte son desviados por la ciudadela Atarazana hasta desembocar en la Plaza Dañín.
Para tratar de aliviar la carga vehicular en las inmediaciones de la avenida de las Américas y el centro de la ciudad, la ATM cuenta con el apoyo de 40 elementos de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), quienes laboran en dos turnos.
Varas indicó que en estas zonas también se concentra un porcentaje considerable de los 592 agentes de la ATM.
Otra de las avenidas que se congestiona es la Carlos Julio Arosemana, donde por momentos no es suficiente que un carril de la Metrovía lo compartan vehículos livianos. La ATM espera obtener mejores resultados con la habilitación de otro carril en horas pico.
Por lo pronto, la entidad descarta engrosar la nómina de agentes. Confía en su política de educación vial, que espera fortalecer con el control a través de cámaras de seguridad.