En esta parte de la pasarela no se reparan los daños.

Un tramo de ciclovia de Santay aun parece un campo minado

Guayaquil Ecológico. Los trabajos en Santay son parte de un gran proyecto que incluye la recuperación del estero Salado y construcción del parque Samanes.

Ni bien el visitante baja del puente peatonal que conduce desde Durán hacia Santay debe tomar las precauciones del caso para no caer en uno de los cientos de huecos que parecen tapizar la pasarela de lo que se considera uno de los mayores atractivos turísticos del país.

Es un riesgo. Un asunto de inseguridad que se extiende a lo largo de casi tres kilómetros. Hay pequeñas hendiduras, pero también grandes de hasta un metro de largo por otro tanto de ancho. Un equipo de EXPRESO recorrió la mañana de ayer la bicirruta, que se abre camino entre la espesa vegetación y un amplio terreno pantanoso.

Se había dicho que todo había quedado solucionado. El gobernador Francisco Cevallos así lo hizo conocer en junio pasado, cuando luego de 165 días de estar suspendido el ingreso por medio del puente peatonal de la calle El Oro, se lo reabrió.

“Se entregó no solo el puente Guayaquil-Santay, sino también las caminerías y ciclovías”, lo corroboró en su momento el Servicio de Contratación de Obras (Secob), a cargo de la contratación de las compañías que construyeron todo en la isla.

Sobre esto, ayer, Alexandra Massi, directora de Planificación de la Gobernación, aclaró que aquel anuncio se refería solo al tramo de Guayaquil hacia la Ecoaldea. “Son dos contratos. El tramo de Durán a la Ecoaldea está pendiente y eso sigue a cargo de la Secob”.

Una aclaración acerca de este asunto se pidió a Macarena Oquendo, una de las voceras, pero quedó en responder.

Santay es considerado uno de los más importantes atractivos de naturaleza del país a nivel continental, solo está detrás de las islas Galápagos. Desde la inauguración del puente peatonal, en junio del 2014 hasta septiembre del 2017 ingresaron 1’817.142 personas.

A partir de la reapertura del paso se registró 26.647 ingresos hasta el domingo último.

Un alto porcentaje de estos visitantes llegó cruzando el río Guayas desde Guayaquil. Apenas unos cinco mil -en promedio- lo hicieron mensualmente desde Durán.

Es este grupo de visitantes el que se expone a un riesgo inminente. “No me parece justo que el ingreso por ese lado se lo mantenga habilitado”, dice Víctor Riera, presidente de la Asociación de Guías Turísticos del Guayas.

“La posibilidad de que las personas sufran accidentes es alta. No hay que esperar que se dé algo así para actuar. Es más, muchas personas que recorren Santay son personas de la tercera edad y extranjeros”.

Sobre un posible cierre, Alexandra Massi, de la Gobernación, aduce que sí se ha analizado tomar medidas. Una de estas implica el cierre por mantenimiento. Que antes no se lo había hecho porque ese puente era la única vía de ingreso por tierra. “Esperamos definir un cierre en las próximas horas, por tema de mantenimiento”.

Pero la solución definitiva, según Alberto Domínguez, presidente de la Asociación de Pobladores de San Jacinto de Santay, no se logra mientras no se defina el recambio del material que se usó en la pasarela. “El tramo de Durán es el más afectado, pero el de Guayaquil a la Ecoaldea quedó bien, pero al momento ya existen cinco fisuras. Solo por el paso de personas, porque no se permite el uso de bicicletas a los turistas”.

Analizan el recambio de los tableros

Desde mayo del 2016 se habla de que hubo una mala elección de la madera artificial que se usó en la pasarela. Entonces se dijo que había que buscar soluciones. El problema sigue vigente. Ahora se habla de una fiscalización que determinará si hay responsabilidades en la empresa proveedora del material. También se analiza el cambio del tipo de material en uso. “Eso lo está determinando la Secob”, le dijo a EXPRESO Alexandra Massi, de la Gobernación.