Y nuestras tradiciones quitenas
Se aproximan dos festividades importantes que de alguna manera venían a atenuar nuestras penas y regocijar nuestro espíritu, saturado con tantas malas noticias que a diario nos mantienen agobiados e impotentes. Desgraciadamente y, por orden del nuevo alcalde, estas fiestas se verán próximamente empañadas a consecuencia de las últimas ordenanzas municipales emitidas por este personaje (no quiteño) que, a pretexto de la austeridad, ha echado por borda nuestras auténticas costumbres y tradiciones, a las que por tantos años estábamos acostumbrados. Ya se suprimieron las corridas de toros, este año no habrá elección de Reina de Quito, ni Fiesta de las Luces, ni chivas (por temor a la delincuencia). Las Fiestas de Quito pasarán completamente desapercibidas. Y no sería nada raro que en Navidad y Año Nuevo se prohíban los arbolitos, nacimientos, años viejos y hasta los agasajos navideños. De este modo, los quiteños estamos sumidos en un completo abandono, sin obras tangibles, afectados con el “Hoy no circula”, a merced de la delincuencia e impedidos de disfrutar de estos festejos tan propios y legítimos que venían a mitigar, en parte, nuestra tristeza y desesperanza.
Fabiola Carrera Alemán