Quien toma las riendas

El peligro latente de que Guayaquil se inunde en un futuro cercano por la elevación del nivel del mar -debido al calentamiento global- y el desborde del Guayas y sus afluentes, es una alerta que no se puede ignorar. Tampoco la inseguridad reinante en el sendero que recorre la isla Santay, visitada por turistas nacionales y extranjeros, cuya estructura se encuentra deteriorada como consecuencia de la acción delictiva. Ambas situaciones van en detrimento del bienestar y el progreso ciudadano, y requieren medidas urgentes.

La amenaza de inundaciones obedece a múltiples razones y tiene implicaciones que atañen a diferentes autoridades: de la ciudad, de cantones aledaños y de la provincia. Asimismo, la seguridad y el mantenimiento en óptimo estado de los destinos turísticos y sitios públicos, ameritan la acción conjunta de las diversas instituciones que tienen a cargo su gestión.

En cada invierno fuerte que ha confluido con marea alta se ha evidenciado la vulnerabilidad de Guayaquil. De igual manera, desde que se dieron los accidentes en el puente que lleva a la isla Santay, la afluencia turística disminuyó. A ello se suma hoy la delincuencia.

¿Alguna autoridad asumirá la responsabilidad o liderará una estrategia coordinada para trabajar de manera inmediata en la solución de estos temas?

“¿Alguna autoridad asumirá la responsabilidad o liderará una estrategia coordinada? Ambas situaciones van en detrimento del bienestar y el progreso ciudadano, y requieren medidas urgentes”.