Optimismo. El atacante Carlos Garcés (i) y John Chancellor, defensa venezolano, ríen durante el entrenamiento que cumplió ayer Delfín en el complejo Los Geranios.

La sonrisa de Manabi

Delfín vive su momento más alegre, pero el éxtasis no llegará hasta que numéricamente ganen la etapa. Ese día puede ser hoy.

Son vientos de victoria. Ayer, en el entrenamiento en el complejo Los Geranios de Manta, el líder y casi ganador de la etapa trabajó distendido, fresco, en pura relajación y felicidad, pero consciente de que aún no puede festejar nada. Puede ser después del Clásico del Astillero, o el fin de semana contra Liga de Quito. Lo cierto es que en el puerto principal manabita la fiesta está casi lista.

Como en la mayoría de clubes del fútbol ecuatoriano, Delfín goza de personajes en su mundo. Ese hincha de antaño que va hasta a las prácticas, el utilero, el futbolista más cómico, el que vende ropa y el portero. Pero el fútbol es tan inmenso que ayer los amalgamó en el mismo sentimiento: alegría.

Uno de los que más humor le brinda al ambiente del cetáceo en sus prácticas es el uruguayo Matías Duffard. Así como lidera el medio campo del Delfín, es el cabecilla de las bromas. Sus víctimas: Carlos Garcés, Marcos Cangá, John Chancellor, prácticamente, todos, hasta la prensa, a la que le lanzó un sarcástico: “tenemos casa llena”. Pero esa sonrisa y el buen ánimo respondían a algo, un fruto a punto de recolectar.

“La verdad es que estuvo complicado contra Barcelona y es por eso que hoy (ayer) se entrenó con una alegría enorme por el resultado. Pero no nos relajamos, a pesar de las bromas que hacemos, pensamos en ganar la etapa como invictos, que sería nuestro regalo para Manabí”, detalló el volante charrúa a EXPRESO, quien admitió que para el posible festejo “tengo la bandera de Uruguay lista para hacerle honor a mi tierra”.

Mientras la reserva de Delfín entrenaba con los futbolistas que no jugaron ante Barcelona, y los que sí estiraban a un costado del campo, el utilero Jefferson Chavesta asistía a todos con sus necesidades, iba y venía, repetidamente con zapatos en la mano, a veces una toalla, pero siempre activo. En una de esas, hasta se lo vio colgar sobre su trapecio una pesa para llevársela a un futbolista.

Con el mismo ritmo que Chavesta, pero mayor historias, aparece Carlos Chingas, alias el ‘Capo de Manta’. “Es el que trae las rosquitas de Montecristi”, gritaron por ahí, pero él se vanagloria de tres cosas: ver “al mejor Delfín de todos los tiempos”, que Roberto Ordóñez “me prometió el gol ante Barcelona” y, particularmente, que “tengo 24 hijos, 20 nietos, 63 años; mi abuelito llegó a tener 118 hijos. Somos 100 % manabas”. Personajes.

Otro que le da matices cómicos al medio cetáceo es Luis Luna. El ex Fuerza Amarilla está contento con lo que atraviesa, pero ya tiene ganas de sentir que se acabó la espera, y le explicó a este Diario que ojalá “Emelec gane el Clásico y estar tranquilos para jugar contra Liga de Quito”.

Solo las horas separan a Delfín de coronar la etapa. Está muy cerca, es casi inminente y la sonrisa en la cara es meritoria, al final es como lo dice Duffard: “sería nuestro regalo para Manabí”.

Jordan Sierra, volante de Delfín

“Quiero quedarme acá”

1. Volvió a la titularidad contra Barcelona, ¿cómo se sintió jugar ese partido?

Desde el principio me sentí muy bien dentro del campo de juego. Poco a poco voy recuperando mi nivel y agarrando más confianza para desempeñarme. Con mis compañeros no había tenido la oportunidad de jugar tan seguido, pero me sirvió para volver a unirnos en un duelo importante.

2. ¿Realmente se convencieron de que podían ganar la etapa?

Sí, nosotros trabajamos mucho en esta etapa. Se está cumpliendo nuestro sueño. No estuve durante la pretemporada, pero es claro que el objetivo siempre fue este: ganarla. Se ha hablado mucho de suerte y ahora que estoy acá (ausente por convocatorias con la selección ecuatoriana sub-20)- sé que no es así.

3. ¿Se quedaría para jugar Copa Libertadores de América?

Sí, ahora pienso eso más que nunca, no quiero irme a ningún lado, quiero quedarme acá. No he jugado Copa Libertadores de América y siempre me ha tocado ver a Emelec y Barcelona, se nota que es algo hermoso, y qué cosa más maravillosa sería quedarme y jugarla con el club que me abrió las puertas y en el que he hecho mi nombre. Si me quedo por la Libertadores sería bueno y trabajaría al máximo para seguir dejando en alto el nombre del club.

PENDIENTES

Vivirán juntos el Clásico

Los futbolistas, dirigentes, cuerpo técnico y demás personas relevantes de la provincia, como los alcaldes de Manta y Portoviejo, asistirán a la discoteca Madera Fina, en la calle Flavio Reyes, en la ciudad del club, donde se reunirán a ver el partido entre Barcelona y Emelec. De darse el resultado que coloque a Delfín como ganador de la etapa, un bus recorrerá las principales calles de Manta para festejar.