La Sinfonica Municipal alista sus partituras
Desde hace dos meses, David Harutyunyan trabaja a contrarreloj. Firma papeles, asiste a audiciones, adquiere instrumentos; labores para las que las 24 horas del día no le alcanzan.
Desde hace dos meses, David Harutyunyan trabaja a contrarreloj. Firma papeles, asiste a audiciones, adquiere instrumentos; labores para las que las 24 horas del día no le alcanzan.
Sin embargo, el maestro armenio-ecuatoriano tiene una meta clara ante la cual, asegura, no hay marcha atrás: la Orquesta Sinfónica Municipal deberá estar en marcha en julio, mes en el que Guayaquil celebra su fundación.
“Queríamos hacer el primer recital en mayo, pero nos hemos atrasado. Hay mucho por hacer aún, pues estamos creando esta institución de cero. Lo que sí es seguro es que esta Sinfónica va a celebrar con su ciudad las fiestas julianas”, comentó a Expreso.
La parte más importante del proceso concluyó la semana pasada cuando el Consejo Cantonal aprobó en primer debate la creación del ensamble, que el alcalde ya había anunciado como un hecho en febrero, y, aún más vital, aprobó el presupuesto con el que este contará.
Pero aún hay mucho por hacer. Al momento el ensamble todavía no cuenta con una sede, pero esperan que el Teatro Centro de Arte, con quienes se encuentran en negociaciones, sea la institución que les brinde un techo y un escenario para sus presentaciones.
La selección de los músicos también ha tomado su tiempo. A diferencia de la Sinfónica de Guayaquil, con la que Harutyunyan trabajó durante 15 años y que cuenta con cerca de 90 músicos, el nuevo conjunto irá sumando artistas de a poco hasta llegar a 40.
“No quiero armar una orquesta gigantesca a ciegas. Para mí es muy importante la excelencia. Por eso mismo, nos hemos demorado. La elección la estamos haciendo músico por músico, con mucho cuidado”, explicó.
Prefiere no dar detalles con respecto a quiénes ya conforman oficialmente el ensamble, o lo que pondrá en escena para el esperado primer recital.
Lo único que deja entrever es que el repertorio del ensamble, por lo menos hasta fines de 2017, estará compuesto por música académica del periodo clásico y romántico. Añade, eso sí, que siempre habrá cabida para la música nacional.
¿Habrá una competencia entre el nuevo ensamble y la orquesta que dirigió durante tantos años? El maestro, riendo, dice que no. “No, para nada. No hay un conflicto. Pienso que hay cabida para todos, y la ciudad es la que gana mientras haya más música y más iniciativas culturales”.