Objetivo. Luego de varios intentos, el ecuatoriano Paúl Buenaño consiguió ser el ganador de la prueba atlética.

Silvia y Paul dejan el oro en casa

Los máximos títulos de la edición 44 de la prueba son de atletas tricolores. Los favoritos no pudieron brillar.

Si hay algo que ha caracterizado a la Carrera EXPRESO en los últimos años, es observar en lo más alto del podio a deportistas de otras nacionalidades. Pero ayer Paúl Buenaño y Silvia Ortiz hicieron respetar la casa y recuperaron una marca que no se presentaba desde la edición de 2014, última vez que dos ecuatorianos se llevaron la presea dorada de la prueba pedestre más importante del país sobre 10 kilómetros.

Buenaño encabezó la categoría Élite Masculina con un antecedente de peso y un final dramático: jamás había ganado esta competencia pese a sus numerosas actuaciones y en el último kilómetro se desvió, al menos, 10 metros del circuito, desliz que no fue impedimento para alejarlo de la gloria de la Carrera EXPRESO.

El crono de 31 minutos y 2 segundos pondera tremendamente el esfuerzo, confianza y trabajo del deportista tungurahuense, quien admitió haberse “preparado mucho para esta edición”. Ayer encaró el ansiado desafío guayaquileño con la mentalidad de llevarse el oro y no falló. Es el campeón.

Ya en la categoría Élite Femenina, el nombre de la quiteña Silvia Ortiz tumbó a varias de las favoritas de la prueba, entre las que había campeonas sudamericanas y panamericanas de Ecuador.

El tiempo de la atleta fue de 31 minutos y 2 segundos. Ortiz supo manejar bien el ritmo de los pasos, pues hasta la mitad de la carrera figuraba cuarta o quinta. Recién en los dos últimos kilómetros, ante la caída de nivel de una corredora keniata y la ecuatoriana Rosalba Chacha (clasificada a Juegos Olímpicos), hizo el sprint ganador que la elevó por primera vez a lo más alto del podio.

“Es una carrera emblemática. Yo la corro desde los 13 años (tiene 26) y Paúl casi también el mismo tiempo. Fue un grito desesperado”, puntualizó. CFH/SDP