El sida: persiste el flagelo

Hoy es el día mundial de la lucha contra una de las más grandes epidemias del siglo XX y lo que va del XXI: el sida. Este hecho y sus efectos debe ser motivo para reflexionar sobre esta grave enfermedad. Pues desde 1980 hasta el presente, millones de personas se han contagiado y han muerto como resultado de este virus.

Desde ese momento hasta la actualidad, distintas teorías se han ensayado explicando su origen. Hoy la investigación médica y el desarrollo de la ciencia han comprobado que no es una plaga que afecta exclusivamente a homosexuales. Así sabemos que desde la primera muerte al presente han fallecido más de 35 millones de personas infectadas. Ya ninguna sociedad ni país del mundo está libre de ella. Todos han adquirido mayor conciencia respecto a lo que es, lo que genera y los efectos que se derivan de ella.

La OMS señala que hasta finales del 2015, en el mundo hay 78 millones de personas que han contraído el VIH desde que esta epidemia comenzó. Y que para el 2016 (junio) 18.2 millones de portadores estaban con terapia retroviral. En el Ecuador actualmente hay más de 40 mil afectados con VIH. El mayor número se concentra en la provincia de Guayas y Pichincha.

Actualmente la humanidad luego de más de tres décadas de conocimiento y de ser víctima de su flagelo, tiene suficiente información y aprendizaje para tomar medidas respecto a que se debe hacer para evitar que el VIH se expanda. No obstante es preciso señalar que aunque se saben cuáles son sus matrices y vías de propagación, sin embargo, aún con esas experiencias, lecciones y resultados muchas personas no toman plena conciencia de este problema.

El número de muertes anuales por VIH continúa sin parar. Hoy la OMS se empeña en que los diferentes gobiernos tengan políticas de Estado para atenuar sus efectos. Y que se desplieguen campañas mundiales de prevención.

Mucho se ha avanzado en términos de nuevos fármacos y tratamientos para controlar sus efectos y prolongar los años de vida de los contagiados. Asimismo, hoy existe un mayor conocimiento sobre el VIH y efectos. Mas, aún los jóvenes, que debieran estar más informados, siguen con la práctica del sexo sin protección. Y aunque haya algo de optimismo respecto a su control, aún sigue siendo una de las epidemias del siglo XX transmitidas al XXI.