Escena. Los cuerpos de Flores y Rivera quedaron prácticamente juntos y, a poca distancia una moto negra.

Un sicario filmo con el celular un doble crimen

La escena deja en evidencia la violencia que se vive en Guayaquil los últimos días. Una motocicleta caída y a unos cuantos centímetros, los cuerpos de dos hombres sobre un charco de sangre. Alrededor, decenas de curiosos y familiares que no podían cree

La escena deja en evidencia la violencia que se vive en Guayaquil los últimos días. Una motocicleta caída y a unos cuantos centímetros, los cuerpos de dos hombres sobre un charco de sangre. Alrededor, decenas de curiosos y familiares que no podían creer y que lamentaban lo ocurrido.

El grito desesperado de una madre remarcó el escenario que, a las 23:00 del miércoles, sacó de sus hogares a los moradores de la manzana 615 de la ciudadela Martha de Roldós, en el norte de Guayaquil.

“¡Ay mi hijo, ¡ay mi hijo! exclamaba la mujer al ver a Camilo Flores Cangá, de 33 años y a su primo David George Rivera Valencia, de 34, tendidos en una acera. Segundos antes, ambos habían salido de un centro nocturno del sector, cuando tres sujetos los sorprendieron.

Un informe policial detalla que uno de los atacantes, de tez trigueña, cruzó la calle con un arma de color plata para dirigirse a sus víctimas. Un segundo individuo que estaba junto a un kiosco grababa con un teléfono celular la escena. El tercero vestido con camiseta negra, esperaba en un parqueadero de buses.

Tras percatarse que los primos se dirigían a una moto, el primer individuo corrió hacia ellos y les disparó, mientras los otros aguardaban. “Los mataron peor que a perros”, dijo Jazmín Salazar, esposa de Flores.

Algunos lugareños comentaron que los matones tuvieron tiempo hasta de filmar la agonía de sus víctimas.

Agentes de Criminalística levantaron diez indicios balísticos, aunque una de las víctimas presentaba un tiro en la cara. El fiscal Neil Dueñas comentó que se trató de un caso de sicariato.

Una cámara de seguridad podría ayudar en las investigaciones. Pero “la cámara está distante. Además estaba oscuro, por lo que el delito no se ve. Solo cuando llegan Medicina Legal y la policía”, mencionó la Corporación para la Seguridad Ciudadana.

Con el doble crimen, la cifra de muertes violentas asciende a 9 en este mes en Guayaquil. “En esta última semana hemos tenido un evento diario. Eso es lo que genera conmoción”, sostuvo Víctor Aráuz, jefe de la Dinased. Una situación que ahora deja en la orfandad a nueve hijos que tenía Flores, en diferentes compromisos.