Teatro. Veinte actores, entre ellos,  acróbatas y bailarines, participan en ‘Sueño de una noche de verano’.

Shakespeare revive a la criolla

El amor y la magia protagonizan ‘Sueño de una noche de verano’, una comedia del dramaturgo inglés William Shakespeare que se popularizó en 1595 y que, desde entonces, ha sido interpretada miles de veces, en todos los idiomas, formatos y estilos alreded

El amor y la magia protagonizan ‘Sueño de una noche de verano’, una comedia del dramaturgo inglés William Shakespeare que se popularizó en 1595 y que, desde entonces, ha sido interpretada miles de veces, en todos los idiomas, formatos y estilos alrededor del mundo.

En esta ocasión, la magistral pieza del autor aterriza en Guayaquil, donde Augusto Enríquez, director de la misma, ha preparado una versión ‘criolla’.

“El guion original fue escrito en la época isabelina, y hoy por hoy, se siente antigua. Es, además, una obra de cinco actos, entonces hicimos una adaptación que incorpora los elementos principales de Shakespeare, pero donde prima el espectáculo, la comedia física y la creatividad”, indicó este.

Enríquez añadió que el guion se trabajó a lo largo de diez meses pero que, pese a esto, la obra es un riesgo.

“Poner en escena teatro clásico, en la época de lo contemporáneo, de la comedia, es un reto. Pero sentimos que esta era una necesidad, el de rescatar una gran obra, una obra tradicional, y hacerla lo más cercana al espectador posible”.

Lo que no cambia es la historia. ‘Sueño de una noche de verano’ narra las peripecias amorosas de Hermia, Demetrio, Helena y Lisandro, parejas cruzadas que huyen al bosque y se ven, sin querer, envueltos en la pelea romántica entre los reyes de las hadas, Oberón y Titania.

Sin embargo, la puesta en escena, a más de la actuación, incluye danza y acrobacias. Otro elemento original de esta versión es la música, que es del compositor japonés Kitaro.

“Se espera que las piezas de Mendelssohn se usen siempre en esta obra. Decidimos, por lo tanto, optar por otro tipo de música, para darle al espectador otro concepto de lo que pasa en escena”.

La obra cuenta con la participación de veinte artistas, una mezcla dispar entre sí.

La gran mayoría son miembros de la agrupación guayaquileña Kurombos, pero entre ellos están actores de trayectoria en la pantalla chica como Myriam Murillo, Juan José Jaramillo, Marcelo Gálvez y Geovanny Dávila, e intérpretes del teatro callejero.

Tras sus funciones en el Puerto Principal, la obra se presentará en Quito y Cuenca.

Se alista otra temporada en la ciudad a inicios de 2017.