Comando. Un mensaje de apoyo fuera de la Base Naval de Mar de Plata, la morada habitual del submarino.

Senales de vida alientan el rastreo del submarino

La Armada argentina busca confirmar el origen de siete llamadas. Se acelera la búsqueda con apoyo internacional. “Suficiente oxígeno” para los 44 tripulantes.

En medio de tormentas y olas de hasta seis metros en el Atlántico Sur, Argentina trabajaba contra reloj ayer para localizar el sumergible perdido con 44 tripulantes, cuatro días después de perder el contacto con la nave y sin descartar ninguna hipótesis.

Las siete llamadas satelitales a bases navales detectadas el sábado reabrieron las esperanzas de que el submarino ARA San Juan se encuentre en superficie, pero la geolocalización de la nave enfrenta complicaciones climáticas “muy adversas” en el bravo mar, dijo el portavoz de la Marina de Guerra (Armada), Enrique Balbi.

Las llamadas, que se busca confirmar si vinieron del submarino, tuvieron una duración de entre 4 y 36 segundos, pero “no lograron enlazar con las bases” de la Armada argentina.

Cuando ya comenzaba a prepararse un eventual rescate en la profundidad del Atlántico, el perito naval Fernando Morales dijo que “existe un cauto entusiasmo”, ya que el intento de utilizar el teléfono satelital indicaría que “el submarino tuvo que emerger a una profundidad que permita la llamada”. El submarino debería contar con amplios suministros de alimentos y oxígeno, según Balbi.

La última comunicación regular con el ARA San Juan fue el miércoles cuando se encontraba a 430 km de la costa en el Golfo de San Jorge. Navegaba de regreso desde Ushuaia hacia Mar del Plata.

“Si llamaron por el satelital están en superficie, y eso nos da esperanza porque sabíamos que ‘abajo’ estaban jodidos”, afirmó Claudio Rodríguez, hermano de Hernán, maquinista del San Juan confiado en que “los van a encontrar”.

“Fuerza Argentina, confiamos en Dios, los esperamos”, se leía en una bandera dejada por familiares en la Base Naval de Mar del Plata, el apostadero habitual del ARA San Juan, incorporado a la flota argentina en 1985 y que cuenta con propulsión a diésel y eléctrica.

La búsqueda se realiza sobre una zona de unos 300 kilómetros de diámetro a unos 430 km de la costa de la provincia sureña de Chubut.

El operativo incluye el despliegue de más de una docena de aviones y buques de Argentina, EE. UU., el Reino Unido, Chile y un rompehielos Brasil.

“En estos momentos se está haciendo un vuelo de exploración con un B8 antisubmarino de la Armada estadounidense. Por la tarde va a hacer lo propio otra aeronave antisubmarina de la NASA”, precisó Balbi.

Entre los que se sumaron al operativo, está el “HMS Protector””, un buque polar británico con sonda para rastrear el lecho marino, proveniente de las Islas Malvinas, cuya soberanía disputan Argentina y Gran Bretaña, que los llevó a una guerra de 74 días en 1982.

A bordo no hay ningún novato

Entre los 44 tripulantes del ARA San Juan, muchos de ellos casados y padres de familia, viaja una sola mujer, la primera oficial submarinista de la Armada Argentina y de Sudamérica, Eliana Krawczyk, de 35 años, que es jefa de armas. Al mando se encuentra el capitán de fragata Pedro Martín Fernández. “La mayoría lleva dos o tres años embarcados”, dijo el portavoz de la Marina, Enrique Balbi.