El senador que tiene el destino de Rousseff en sus manos
Con el avance del proceso de destitución de Dilma Rousseff al Senado, el futuro de la principal economía de América Latina recae en las manos de Renan Calheiros, un hombre que, como muchos legisladores brasileños, tiene problemas legales... y una renovada cabellera.
De 60 años, Calheiros es el presidente del Senado y tiene un papel central en las etapas finales del impeachment. Pero muchos brasileños consideran que no es un personaje clave en toda esta trama, sino más bien un político discreto, de quien lo que más resalta es su cabello, o más bien sus problemas de caída y el extraordinario trabajo que se tomó para hacerse implantes.
En Brasil no pasó desapercibido el uso por su parte de un avión de la Fuerza Aérea para viajar a Recife para hacerse un implante de cabello.
Los medios brasileños literalmente peinaron los detalles de este embarazoso evento de 2013 a un grado de detalle que llega a los 10.000 injertos.
Pero Calheiros pagó los 27.000 reales (hoy $ 7.500) que costó el vuelo y rápidamente pasó la página. También sobrevivió a un escándalo relacionado con un grupo de cabildeo que le pagó un apartamento y pensión a una amante que quedó embarazada. Y ese “favor” pasó desapercibido.
Ahora es señalado de haber aceptado sobornos de la trama de corrupción en la estatal Petrobras. Medios de prensa publicaron ayer, basados en una delación de un exdirectivo de la petrolera, que habría recibido 6 millones de dólares en 2006.
Pero el hecho es que en la surrealista política brasileña, Calheiros poco destaca.
Según la ONG Transparencia Brasil, no menos de 60 % de los senadores han sido condenados o acusados por crímenes.
Los antecedentes, por lo general de sus tiempos en la política regional, van desde evasión de impuestos, lavado de dinero y malversación, hasta casos de embriaguez al volante. El senador Telmario Mota de Oliveira, por ejemplo, es sospechoso de dirigir peleas de gallos.
Pero los senadores tienden a tener más experiencia y profesionalismo y pueden favorecer a Rousseff, consideró Daniel Vargas, especialista en Derecho Público de la universidad Fundación Getulio Vargas en Río.
