Legado. Ema Andrade (i) y su hija, Emilia Guillén, llegaron a la carrera EXPRESO para abrir un nuevo capítulo de la pequeña en el deporte. La joven de 9 años promete volver en 2018.

La semilla de Ema florece en Emilia

Su madre fue una corredora y ella quiere seguir esos pasos. La deportista guayaquileña de 9 años debutó ayer en la Carrera EXPRESO y promete conquistarla.

Cuando los genes marcan una tendencia, es casi imposible remar contra aquello. Así comienza la historia de la competidora guayaquileña de 9 años, Emilia Valeria Guillén Andrade, quien ayer no solo corrió en la Carrera EXPRESO, también dio el primer paso de muchos para continuar el legado de su madre, Ema Andrade.

En la línea de partida, se acercaba a la competidora, le tomaba fotos, le decía que se ubique en la parte frontal, uno que otro movimiento de calentamiento, diversos consejos de su principal mentora.

La cuenta regresiva estaba por culminar y ese orgullo materno era imposible de ocultar. Emilia da sus primeras zancadas en una carrera, acompañadas de una sonrisa, y a la par, su camino en las pistas inicia.

Y es que el deporte fue parte de la vida de su progenitora, y Emilia no quiere cortar esa pasión de su vida. Es una extensión del amor que engendró su madre por el atletismo y dio ayer su primer paso junto a Diario EXPRESO.

“Me preparé mucho para mi primera carrera. No pude quedar en primer lugar, pero estoy muy contenta. Voy a seguir compitiendo este año y el próximo”, dijo Emilia luego de cruzar la meta y reencontrarse con su madre, momento que se selló con un abrazo.

Para Andrade, el entusiasmo se mezcló con nerviosismo. Su rostro refulgía por el debut de su hija en la competencia. “Yo corrí durante varios años. Corrí siempre en mi escuela, colegio y cuando trabajaba en la Cámara Marítima, allí gané tres veces la carrera”, relató para luego expresar su felicidad: “me alegra mucho ver a mi hija siguiendo estos pasos, no hay nada mejor que el deporte”.

Para la debutante, levantarse ayer de la cama no fue ninguna tragedia. “Se despertó con mucho entusiasmo, tenía ganas de venir a la carrera. Estaba muy motivada”, contaba su madre.

Emilia disfrutó del evento y su debut, pero resaltó que competir al lado de sus compañeros fue lo más reconfortante. “Me gustó todo de la carrera, me encantan los deportes y me encanta correr. Mi mami corría antes aunque yo era muy chiquita. Pero lo mejor fue poder participar con mis amigos”, relató la atleta en formación, quien cursa el cuarto de básica en la Unidad Educativa Lemas de Guayaquil.

Aunque la pasión por el deporte está arraigado en la parte del árbol materno, su padre, David Guillén de 37 años, no ocultó la satisfacción de ver a su hija escribiendo su propia historia en el deporte.

“Me encantaría (que siga los pasos de su madre), es su primera carrera y no importa que no la haya ganado, lo que destaco son las ganas que se le dedica. Espero que mantenga siempre ese ímpetu hacia la disciplina deportiva, por la salud y para tener una meta y propósito en la vida”, dijo.

Emilia prometió estar en la próxima edición y llevarse el primer lugar. Hoy, es oficialmente una atleta en construcción y el legado de su madre seguirá en crecimiento.