Prevenciones. Actualmente se toman muchas medidas de seguridad al  ejecutar las obras, incluidas las pólizas.

Seguros en las obras, contratar polizas es poco comun en el sector de la construccion

En muchos casos se pone en riesgo a los trabajadores, a terceros que puedan verse afectados, al patrimonio de los profesionales y al contratante.

Las obras representan riesgos potenciales para todos los involucrados en ellas. En muchos casos se pone en riesgo a los trabajadores, a terceros que puedan verse afectados, al patrimonio de los profesionales y al contratante. Por eso los seguros juegan un papel importante en esta actividad, que aunque hoy pasa por una grave desaceleración, es siempre fuente generadora de empleo.

Pero qué tipos de pólizas existen para este sector, cómo funcionan y cuáles son sus coberturas. Paulo Salazar, director de Marketing de Oriente Seguros, señala que en la industria de la construcción, el aseguramiento cubre las pérdidas materiales o daños que pueda sufrir la obra, maquinaria y equipos, daños corporales a los trabajadores, o la responsabilidad civil frente a terceros.

El seguro Todo Riesgo Construcción es uno de los productos, explica Salazar, que cubre los daños y pérdidas materiales que sufran los bienes y/o intereses, que se den durante la etapa de construcción de edificios de vivienda, centros comerciales, hospitales, carreteras, puentes, y otras obras.

Dentro de las coberturas de esta póliza constan: los daños causados directamente por terremoto, temblor, maremoto y erupción volcánica, ciclón, huracán, tempestad, vientos, inundación, desbordamiento y alza del nivel de aguas, hundimiento o deslizamiento del terreno, derrumbes y desprendimiento de tierra o de rocas.

También cubren los daños por accidentes personales, responsabilidad civil y todo riesgo en pruebas y montaje de equipos, maquinarias y sistemas de tránsito y transporte.

Esteban Cadena, vicepresidente ejecutivo de la misma aseguradora, acotó que en 2016 ellos tuvieron 1.076 clientes del sector de la construcción y que por siniestros (en todos estos ramos) pagaron un total de $ 352,480, con una prima neta emitida de $ 9’919,389.

Eduardo Peña Hurtado, gerente general de Seguros Cóndor, afirma que aunque la construcción es una actividad con riesgos, el asegurar las obras aún es “incipiente” en el país.

“Del cien por ciento de las construcciones un pequeño porcentaje es asegurado y la mayoría de aquellas son corporativas, porque las empresas, los administradores, de alguna manera, tienen claro que tener cubiertos sus activos es una necesidad”, comenta el también expresidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil.

Las compañías previsoras se encargan de salvaguardar no solo los activos o las edificaciones que construyen, sino también aquellas que compran.

Luis Romero, un constructor que se ha desempeñado como gerente de seguridad industrial en grandes proyectos, admite que “generalmente no se asegura las obras a cargo de empresas públicas o privadas”.

Explica que en el caso de los proyectos privados, tomar un seguro depende de los dueños o de los promotores, mientras que en la obra pública “generalmente la aseguran una vez que esté terminada la construcción, el edificio pero no en el proceso de construcción”.

Romero, quien participó de obras como los túneles de Guayaquil, recuerda que en ese caso sí se tomó un seguro contra riesgos, porque era una política de la contratista.

Vladimir Barrezueta, arquitecto y constructor, dice que no es del todo cierto que en el país no exista la costumbre de asegurar las obras. Precisa que, dependiendo del tamaño del proyecto, a estos les exigen un seguro ‘all risk’, o todo riesgo.

“Así se trate de obra privada, para usted obtener un permiso de construcción le exigen tener un seguro de todo riesgo”, puntualiza este técnico, quien preside la constructora Almiral.

Hay constructores que dicen no conocer si los municipios exigen estos seguros. El Código Orgánico de Ordenamiento Territorial (Cootad), a través del cual se rigen las normas de los GAD, no hace este requerimiento, y tampoco lo prohíbe.

Personas naturales

Leve aumento de interés en asegurar bienes

Podría decirse que el terremoto del 16 de abril de 2016 ha marcado un antes y un después en la toma de seguros para viviendas y otros bienes. Empresas como Tecniseguros han dicho que luego del sismo los ecuatorianos han visto la necesidad de contar con un seguro que cubra además de desastres naturales, diversos siniestros.

No obstante, más de un año después de la catástrofe, el aumento de la contratación de pólizas que cubran daños por viviendas es mínimo, estiman otras empresas como Seguros Cóndor.

“Si bien hay un mínimo aumento de interés por parte de las personas particulares en asegurar sus bienes, esto todavía es muy incipiente en el mercado ecuatoriano”, declaró Eduardo Peña H., gerente general de esta firma.

Hasta el 16 de septiembre pasado, solo en Manabí y Esmeraldas las empresas aseguradoras del país habían pagado $ 232 millones por concepto de siniestros, luego del terremoto, es decir, un 69 % del total que se canceló en todo el territorio nacional, cuya cifra ascendía a $ 336 millones.

Peña insistió en que aún hay mucho que hacer en el tema de asegurar los bienes por parte de las personas naturales y que, de hecho, su compañía está trabajando en un plan llamado Seguro Paramétrico, una nueva modalidad donde el costo de las primas es muy bajo (no llega ni a los $ 100 anuales), y sirven para proyectos de vivienda económica (entre $ 30.000 y $ 60.000). La idea es que quienes compren casa tengan este seguro que, en el momento de una catástrofe, les sirva para reparar los daños que pudieran sufrir.