Misión. Juan Manuel Santos con su esposa María Clemencia, en el palacio presidencial ayer en Bogotá, tras conocer la decisión del Comité Nobel.

Santos dedica el Nobel de la Paz a las victimas

El presidente de Colombia Juan Manuel Santos fue galardonado ayer con el Nobel de la Paz por encaminar un acuerdo de paz firmado con las FARC, un reconocimiento tras el cual ambas partes anunciaron que discutirán “ajustes” al pacto, que fue rechazado e

El presidente de Colombia Juan Manuel Santos fue galardonado ayer con el Nobel de la Paz por encaminar un acuerdo de paz firmado con las FARC, un reconocimiento tras el cual ambas partes anunciaron que discutirán “ajustes” al pacto, que fue rechazado en un plebiscito.

“Esperamos que esto aliente todas las buenas iniciativas y a los actores que podrían tener un papel decisivo en el proceso de paz y aportará finalmente la paz a Colombia después de décadas de guerra”, declaró la presidenta del Comité Nobel noruego, Kaci Kullmann Five.

Tras el anuncio, desde La Habana, sede de las negociaciones de paz que se extendieron durante casi cuatro años, el Gobierno colombiano y las FARC acordaron mantener el cese al fuego y discutir “propuestas de ajuste” al pacto, rechazado sorpresivamente en el plebiscito del domingo pasado.

En tanto Santos, de 65 años, dijo que dedicaba el prestigioso galardón al pueblo. “Recibo este premio en su nombre: el pueblo colombiano que tanto ha sufrido por esta guerra”, afirmó en declaraciones en una entrevista a la Fundación Nobel. “Estamos muy, muy cerca de alcanzar la paz”, agregó.

Antiguos halcones convertidos en palomas, Santos y el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño ‘Timochenko’, firmaron en septiembre un acuerdo para poner fin a un conflicto de más de medio siglo.

Contra todo pronóstico, el pueblo colombiano rechazó el acuerdo en el plebiscito, reclamando entre otras medidas que los guerrilleros desmovilizados no puedan participar en la vida política y que vayan a la cárcel, en lugar de beneficiarse de penas alternativas.

Desde Cuba, ‘Timochenko’ celebró el premio. “Felicito al presidente Juan Manuel Santos, a garantes Cuba y Noruega, acompañantes Venezuela y Chile, sin los cuales sería imposible la paz”, tuiteó

Álvaro Uribe, expresidente colombiano y gran triunfador del plebiscito, felicitó asimismo a su sucesor y adversario, y lo instó a mejorar los acuerdos.

En las calles, las reacciones al Nobel evidenciaron la polarización en Colombia, luego de que el ‘no’ al acuerdo ganara por apenas 53.800 votos.

“No estoy de acuerdo (con el Nobel) por el tema de la guerrilla: matan a familias y antes toca arrodillárseles”, señaló José Soriano, un vendedor ambulante de 18 años, cuyo abuelo fue asesinado por las FARC hace 25 años en el Meta.

Para Luz Cendales, hermana de un policía asesinado en acción contra las FARC en 2002, en cambio, el Nobel “es como si se renovasen de nuevo las esperanzas del proceso de paz”.

En el extranjero, todo fueron aclamaciones. Los máximos representantes de la Unión Europea (UE) felicitaron en bloque a su “amigo” por una distinción que “alienta a seguir buscando la paz”.

Según el texto del Comité Nobel, “existe un peligro real de que el proceso de paz se interrumpa y de que la guerra civil se reanude”, lo que hace “todavía más urgente el respeto del alto al fuego por las partes”.

El fracaso del referéndum obligó a Bogotá y a la guerrilla a reanudar sus negociaciones, a las que el Comité Nobel dio un espaldarazo ayer con el peso simbólico del premio.

Santos reiteró en la entrevista que el premio “será un gran incentivo para llegar al final y empezar la construcción de la paz en Colombia”.

Para el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, este premio llega en “un momento crucial” y “trae esperanza y aliento necesarios a la población colombiana”.

Conforme a la tradición, el Comité no quiso explicar por qué no habían sido copremiadas las FARC. La exsenadora y ex rehén de la guerrilla Ingrid Betancourt opinó en cambio que el grupo armado “merecía también haber recibido el Nobel de la Paz”, en una entrevista a un canal noticioso francés.

“Un premio a las FARC habría probablemente sido mal percibido por quienes son escépticos sobre el acuerdo de paz” explicó el director del Instituto de Investigación sobre la Paz de Oslo (PRIO), Kristian Berg Harpviken.

Santos, que cuando fue ministro de Defensa durante la presidencia de Uribe lanzó la mayor ofensiva contra la guerrilla marxista, decidió no obstante seguir la vía de las negociaciones tras ser elegido presidente, hace seis años. “Seguiré buscando la paz hasta el último minuto de mi mandato porque ese es el camino para dejarles un mejor país a nuestros hijos”, prometió recientemente.

La recompensa fortalece al mandatario en su búsqueda de una reconciliación de Colombia, azotada por décadas de violencia de guerrillas, paramilitares y fuerzas estatales, que han causado 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.

El premio, que consiste en una medalla de oro, un diploma y un cheque de ocho millones de coronas suecas (unos 950.00 dólares), le será entregado en Oslo el 10 de diciembre.