Sabor preferido, personalidad al descubierto...
O por lo menos revela ciertos rasgos de ella, así lo demuestran varios estudios universitarios.
Le gusta lo salado, lo dulce, lo picante, etc. Estos sabores podrían definir parte de su personalidad, que no es más que el conjunto de pensamientos, sentimientos y comportamientos incorporados, que permanecen en el tiempo y hacen únicos e irrepetibles a cada ser humano.
La degustación de sabores no inicia cuando nacemos, esta empieza desde el vientre, a través de líquido amniótico, para posteriormente darse por medio de la leche materna. Asimismo, la variedad en la dieta de madre (en la etapa de gestación) hace que sus hijos sean más abiertos a probar nuevos sabores y no se hacen tanto problema con la comida.
Nuestras preferencias gustativas no están únicamente definidas por nuestras madres, la psiquis también influye y determinadas investigaciones lo afirman.
Un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania descubrió que aquellos que se inclinan por lo salado son de grandes sueños y ambiciones. Y uno de cada cuatro deportistas de élite poseen las papilas gustativas más desarrolladas que el promedio y gustan de lo salobre y no suelen ser fans de lo dulce.
Mientras que los ‘dulceros’ son más bondadosos, cercanos, amables, así lo dijo una investigación del Gettysburg College. De igual manera, estudiosos de la North Dakota State University aseguran que para ellos es muy fácil realizar voluntariados y compartir con el prójimo sin interés alguno.
Y los ‘picosos’ prefieren las aventuras y emociones fuertes, se aburren con facilidad y requieren de su compañera preferida: la adrenalina, así lo arrojó un estudio de la Universidad de Pensilvania. También se evidenció que les gusta ser el centro de atención.
Para aquellos que disfrutan de lo amargo, psicólogos de la Universidad de Innsbruck, a través de un análisis revelaron que es probablemente que ellos sean narcisistas, insensibles ante el otro, manipulen, se inclinen hacia una personalidad con rasgo antisocial, maquiavélico y psicopático.
Lo cítrico y ácido, dice la Wageningen University, está vinculado a la reflexión y lo racional. Sin embargo podrían presentar pensamientos rumiantes, ansiedad porque da demasiadas vueltas a una sola cosa, podrían ser abiertas a los estímulos, al igual que muy severas con las críticas, pues son de estándares muy elevados.
Ojo, no olvides que el resultado de cada estudio es muy interesante, pero no definen íntegramente a alguien, por lo tanto no hay que regirse estrictamente a ellos.