Escenario. Cuarenta cuadras de la calle Portete constan en la nueva ruta de la Metrovía, a la que pertenecerá la Troncal 4 el próximo 2017.

La ruta de la Troncal 4 inquieta al comercio

La noticia de la nueva troncal del sistema de transporte masivo, que EXPRESO publicó la semana pasada y que comprende un recorrido del suburbio al centro, preocupa a los comerciantes de las zonas donde se ubicará el corredor.

Antes del 2008, la calle Sucre era una avenida de tiendas, ferreterías, talleres mecánicos y venta de cerámicos para pisos. Ocho años después, tiempo que la Metrovía opera allí, la zona que se proyectaba como uno de los principales corredores comerciales de la urbe se convirtió en una arteria de concreto olvidada por el peatón.

Con ese contexto en escena, la noticia de la nueva troncal del sistema de transporte masivo, que EXPRESO publicó la semana pasada y que comprende un recorrido del suburbio al centro, preocupa a los comerciantes de las zonas donde se ubicará el corredor.

En la Troncal 4, a inaugurarse en 2017, hay participación protagónica de las calles Portete, con 40 cuadras, la 29, con 32, y la Venezuela, con 24. Son hoy lugares comerciales donde funcionan diferentes negocios. Hay desde ópticas hasta ferreterías, desde farmacias hasta talleres de calzados. Tan diversas en ventas como hace una década lo fue la calle Sucre.

Uno de los preocupados por el futuro de la Portete es Javier Ureta, administrador de la óptica Buena Visión. Él cree que la llegada de la Metrovía puede afectarle porque, como su negocio se ubica en una esquina, de lado de la 29, es muy probable que no haya un paradero cerca de su local.

“Hoy los buses paran y los clientes se bajan a comprar, pero si ya la estación se va dos o tres cuadras más lejos, nadie va a pasar por aquí”. Los paraderos que se ubicarán en esa avenida son seis, de un total de 27, uno cada cinco o seis cuadras, según los planos que Metrovía entregó ayer a este Diario. La 29, tendrá 4 y la Venezuela, 5 estaciones.

El presidente de la entidad, Federico von Buchwald, reconoce que hubo al menos cuatro cambios de ruta en el proyecto de la Troncal 4, que en la primera versión agrupaba también las avenidas Argentina y Cuenca. Para llegar a esta “última y definitiva ruta”, dice que se tuvo en cuenta la afluencia de ciudadanos que circulan en el sector, pues esta troncal utilizará los recorridos que ahora hacen los buses.

Acerca de la preocupación de los comerciantes en las avenidas que constan en la nueva troncal, el presidente de la Fundación Metrovía explica que las paradas deben estar ubicadas en corredores comerciales. “Se hace en cualquier parte del mundo y se hará acá, pues son lugares que tienen mayor demanda de vehículos”.

En la Venezuela, a los comerciantes les preocupa también perder visibilidad, pues cuando se adecúe un carril único piensan que habrá menos oportunidades de que los clientes conozcan sus negocios.

Von Buchwald no cree que eso suceda, pues al paso de las unidades los clientes ven los productos en vitrina. Eso sí, “hay ciertos negocios que no compaginan con esto de la atracción visual, como los que venden materiales de construcción”, admite.

“Será más fácil comprar. Habrá mayor seguridad y mayor control”, promete. Como cambio vial, adelanta que la mayoría de los paraderos estará en la acera, lo que garantizará el uso de un solo carril para los buses del sistema.

En la Troncal 4 no habrá articulados, no cuando el servicio se inaugure. En su lugar funcionarán buses de tres puertas. Cuando estos cumplan su vida útil, los dueños tendrán que comprar articulados nuevos para el servicio.

Está previsto que, como en las tres troncales anteriores, los choferes armen una sola empresa y se conviertan en un consorcio.