El centrocampista ruso Yuri Gazinski (i) celebra tras anotar el 1-0 durante el partido Rusia-Arabia Saudí.

Rusia hace los deberes y gana a Arabia Saudi

En el partido inaugural de la fiesta mundialista se midieron Rusia y Arabia Saudí. El equipo anfitrión sentenció el marcador con un 5-0.

El estadio Luzhnikí, un estadio con capacidad para 81.000 espectadores, vistió sus mejores galas para abrir un torneo que echó a andar con el partido entre el anfitrión, Rusia, y Arabia Saudí.

La FIFA impuso cambios en la fiesta de inauguración del Mundial Rusia 2018 y recortó la ceremonia a sólo unos 15 minutos, iniciando a las 17:30 horas local (09:30 de Ecuador).

Rusia hace los deberes

Rusia hizo los deberes en el partido inaugural de su Mundial y ganó por 5-0 a Arabia Saudí, un resultado que rompe la peor racha de la historia del combinado ruso, con siete partidos sin ganar, y devuelve a la sufrida afición local la esperanza de superar la fase de grupos.

Aún tendrán que hacer un buen papel en su siguiente partido frente a Egipto para no jugarse la clasificación ante la favorita del Grupo A, Uruguay; pero ya han demostrado a su público que tienen opciones de llegar al menos a los octavos.

El marcador mundialista se estrenó en el minuto 12 con gol de Yuri Gazinski, que jugó su segundo partido como internacional. Luego los dos goles de Denís Cheryshev (min. 43 y 91+), Artem Dzyuba (min. 71) y Aleksandr Golovin (94+) sentenciaron el marcador.

La ceremonia

La ceremonia fue un cóctel entre los principales exponentes del alma rusa, la música clásica, las bellas artes y el ballet, y los nuevos ritmos de la cultura popular.

La estrella del pop británico Robbie Williams fue el encargado de animar la fiesta y convertir el estadio en una discoteca con canciones como Let me entertain you, Feel o Rock DJ. Mientras, el alma rusa estuvo representada por bailarines, pianistas, violinistas y un arpa que puso la nota sentimental a un día de fútbol.

Uno de los momentos culminantes fue cuando Williams y la soprano rusa Aida Garufillina —que a los 31 años ha conquistado la Ópera de Viena— interpretaron juntos uno de los mayores éxitos del británico: Angels.

El español Iker Casillas, campeón mundial en 2010, dio el pistoletazo de salida a la fiesta minutos antes de su inicio al traer al campo el trofeo que levantará en este mismo estadio el ganador del torneo.

Casillas, que estuvo acompañado de Natalia Vodiónova, la modelo rusa más internacional y que es conocida por sus actividades filantrópicas, levantó la copa como hiciera hace ocho años en el Soccer City de Johannesburgo.