Como en la ronda de las sillas

El actual fiscal contrató la ‘repotenciación’ de la obsoleta refinería como ministro de Energía. Pese a haber sido funcionario, asumió un poder de control. Antes, como abogado del mandatario lo ayudó a ganar $ 600.000 a un banco. Al no declarar su ‘off shore’ cometió flagrante perjurio.

El conflicto de intereses es un nudo gordiano pues investiga una red de corrupción que parece enrredarlo (es tan imparcial que puede juzgarse a sí mismo). Otro abogado del regimen sería contralor. Según los medios públicos es el ‘más honesto del país’. Los forajidos se turnan en los poderes del Estado como en la ronda de la silla.

Paul Tapia Goya