Negocios. Orlando Almeida muestra el teléfono fijo de su negocio y se lamenta de que no funcione la línea.

Otro robo de cables deja a un barrio sin telefono ni Internet

Demora. Según los moradores del barrio del Salado, de la empresa CNT les indicaron que el servicio será restablecido en la segunda semana de enero.

Al menos dos mil moradores del Barrio del Salado se han quedado, desde el pasado 24 de diciembre, sin servicio telefónico y sin Internet.

¿Qué sucedió? Mientras los residentes de ese sector patrimonial celebraban la Nochebuena y la Navidad en familia, los delincuentes se sustraían decenas de cables soterrados de esa zona (centro oeste de Guayaquil), cortando las conexiones fijas telefónica y de Internet de los vecinos con sus familiares y amigos.

“A las 02:00 del 24 de diciembre intenté hacer una llamada a un familiar y no funcionaba el teléfono fijo. Al siguiente día, a través del chat de vecinos, coincidimos en que no nos funcionaban ni el teléfono y ni el Internet. Es terrible quedarnos en estas fechas sin tener cómo llamar a nuestras familias dentro y fuera del país”, relata Gustavo Rivadeneira, presidente del Comité de Moradores del Barrio del Salado y uno de los afectados.

El problema lo viven quienes residen en las manzanas que se agrupan en el cuadrante comprendido entre las calles Hurtado, al norte; Clemente Ballén, al sur; Esmeraldas, al este; y Babahoyo, al oeste. Son aproximadamente 40 manzanas.

Los cables soterrados hurtados pertenecían a la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), empresa que brinda el servicio de telefonía fija e Internet a los perjudicados.

Una vez que los vecinos se pusieron en contacto con la compañía telefónica, supieron que se trataba de un problema con el que lidian con mucha frecuencia: el robo de cables.

El inconveniente también ha afectado a los negocios que se hallan en esa zona céntrica de la ciudad. “Nuestros proveedores y los confeccionistas llaman a esta distribuidora para pedir tela. Sin línea telefónica no nos podemos comunicar, porque las tiendas se manejan con teléfonos fijos”, precisa Naomi Cruz, moradora y dueña de un local de telas.

“No somos uno o dos residentes, sino miles. Yo tengo cinco líneas telefónicas de CNT en mi negocio y ninguna funciona”, lamenta a su vez David Abramowicz, otro de los afectados y comerciante del barrio.

“El negocio se nos cae. Aquí recibimos en promedio seis llamadas de nuevos clientes en nuestras dos líneas que piden mercadería, pero desde que estamos sin el servicio no hemos recibido ni una sola llamada”, coincide Orlando Almeida, propietario de una tienda de artículos para carros.

No es la primmera vez que les ocurre. Hace un mes, los residentes del Barrio del Salado tuvieron el mismo problema. En ese entonces EXPRESO publicó una imagen en la que se observaba cómo un reciclador llevaba a rastras un cúmulo de cables.

Esa vez, los vecinos se quedaron sin Internet y sin telefonía por quince días, que fue el tiempo que tardó CNT en remplazar los cables robados y restaurar el servicio. Ahora, a los abonados les preocupa que la restauración del servicio también demore, además de que el robo de cables continúe.

Este Diario pidió la versión de CNT, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Un cajetín sin protección ni seguridad

En las calles Vélez y Esmeraldas, del Barrio del Salado, hay un cajetín que permanece abierto. Los moradores afirman que han llamado con frecuencia a las empresas encargadas de restablecer la telefonía y el Internet en la zona, para que la caja sea nuevamente asegurada. Según los vecinos, el cajetín ha sido abierto también por recicladores, quienes buscan abastecerse de más cobre para vender a los diferentes centros de acopio.