Repasando lo que pasa

¡Cómo me hubiera gustado escribir del valor de la paz! En especial por la fiesta de San Francisco y de cómo de este modo, Asís se convirtió en sitio de encuentro para la conciliación y construcción de la paz sobre algunos temas del mundo. Pero toca escribir sobre la justicia, sin lo cual es muy difícil hablar de paz.

Jorge Glas detenido, al igual que su padre y tío. Incomodidad y vergüenza para toda la familia, es humano, lógico. Sin embargo, en estos casos en particular, donde la permisibilidad de unos cuantos convierte a la impunidad en la bandera de la corrupción correísta, constituye además, una vergüenza que nos salpica a todos y, a la justicia le demanda la tarea impostergable de perseguir a los que se hicieron los que no sabían nada mientras atestiguaban cómo se despilfarraban los recursos públicos con sobreprecios, y ultrajaban el anhelo de vivir en una sociedad con mínimos éticos, por lo menos.

El proceso inicia por la presión de la prensa e investigación de un par de valientes, por eso me niego a aplaudir de exagerada manera a los servidores judiciales por las mínimas decisiones resueltas. Esto recién empieza y no sabemos si los pactos políticos se estiren lo suficiente para alcanzar a los delincuentes. A todos.

Secreto a voces es la fractura de Alianza PAIS y la nueva estructura política a la que el presidente Moreno deberá subirse para mantenerse con el liderazgo que le salió al encuentro desde que le quitó el mantel a la mesa servida que dijo Correa haber dejado; frente a ello, hay que moverse rápido y eficazmente. Le sobrarán a Moreno piratas fingiendo ser artífices expertos de una nueva revolución política. Que tenga cuidado.

Últimamente la justicia ha sido cuestionada fuertemente, le tocará ahora compensar la percepción legítima a la que tiene derecho la sociedad y sin que le tiemble la mano, ni para recibir llamadas telefónicas, sentenciar a los delincuentes.

La Asamblea ya se ha saciado de desvergüenza e injusticia, no cabría tanta inhumanidad.