El CNE también invitó a la Association of World Election Bodies, la Unión Interamericana de Organismos Electorales, la Fundación Westminster para la Democracia, el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe y el Centro

Reglas para veedores extranjeros preocupan

La OEA sí enviará a su comitiva. Nuevas normas del CNE les impide denunciar anomalías.

Los veedores de la Organización de Estados Americanos (OEA) sí llegarán al país para las elecciones del próximo 24 de marzo, pero lo harán con las manos atadas.

Y es que, en enero, el Consejo Nacional Electoral (CNE) cambió las reglas del juego para los observadores internacionales. A fines del mes pasado, en sesión del pleno, los cinco consejeros de la entidad estatal modificaron cinco facultades que los veedores tenían en la observación de los comicios.

Para este proceso electoral, los visitantes no podrán entrevistar a autoridades nacionales, autoridades electorales, dirigentes de partido, candidatos o a los ciudadanos con respecto a “las instituciones o procedimientos del sufragio”. Podrán entrevistar únicamente a candidatos y delegados de los partidos dentro de los recintos electorales.

Estos tampoco podrán designar veedores en los centros de cómputo del CNE o registrar situaciones irregulares o de conflicto que se presenten en el proceso. Finalmente, el informe preliminar de los visitantes se presentará tres días después de los comicios y no al día siguiente, como se estipulaba.

Y pese a las afirmaciones de la presidenta del CNE, Diana Atamaint, de que el proceso electoral “se realizará con transparencia”, los conflictos y denuncias de irregularidades registradas en la entidad en los últimos días, así como las demoras en la publicación del total de candidatos que participarán en los comicios, dejan a los partidos una sensación de aprensión.

“Prohibir o limitar la participación de los organismos internacionales en el proceso electoral es antidemocrático. Estas medidas deben ser reconsideradas por los consejeros del CNE, pues de no hacerlo están enviando un mensaje negativo a la ciudadanía, que podría interpretar las prohibiciones como una forma de esconder la falta de transparencia del proceso electoral”, señaló Guillermo Lasso, líder de CREO.

Cristina Reyes, asambleísta por el Partido Social Cristiano, recalcó la necesidad de que los veedores lleguen y puedan realizar un trabajo sin trabas durante las elecciones. “Parte de brindar confianza es la apertura a la vigilancia a través de la observación internacional y la veeduría ciudadana”, comentó.

Para otros, como el doctor en Ciencias Políticas, Jorge Andrade, la tirante relación con la OEA y otros veedores extranjeros no es una cuestión de control de la información, sino de la imagen. “Luis Almagro, secretario de la OEA, fue un firme oponente a la consulta popular, y lo hizo de una manera muy pública, entonces estas limitaciones no necesariamente buscan ‘esconder’ ilegalidades, sino frenar una imagen poco favorable del país y el Gobierno en el extranjero”, señaló.

Consejeros en bandos contrarios

n La pugna entre la presidenta del CNE Diana Atamaint y Luis Verdesoto, vocal de la institución, continúa. Esta vez, la ‘guerra’ de desacuerdos se hizo a través de dos entrevistas radiales enfrentadas. Verdesoto aseguró a una emisora nacional que el actual manejo del proceso electoral se presta para dudas sobre su transparencia. “Una de las medidas que quieren imponer es que los integrantes de juntas no lleven celulares y, por ende, no se podría mandar a través de fotografías las actas de las juntas”. Añadió además, que, según las simulaciones realizadas hasta ahora, “las juntas receptoras del voto no van a alcanzar a realizar todo el escrutinio de votos, sino que pasará a las juntas provinciales”. A su vez, en otra entrevista radial, Ataimant refutó que “tenemos cerca de 45 mil personas colaborando en este proceso” y que la transparencia de los comicios está garantizada.