Tema complejo y sensible. Adoptar a un niño en Ecuador nunca ha sido algo por lo que se deba “sacar pecho”. La tramitología ha conllevado a que muchas parejas desistan de continuar con el proceso. Hay casos en que ha durado hasta 8 años y en otros, los adoptantes optan por ir a realizar el proceso en otros países, para así hacer realidad el sueño de formar una familia.

Daniela Peralta, directora de la fundación Despiértate, organización que trabaja con jóvenes huérfanos que salen de casas de acogidas a los 18 años, cuenta a este Diario que las consecuencias de no adoptar a un menor son duras, porque a esa edad “no tienen los recursos emocionales, educativos y sociales” para salir al mundo y llevar “una vida normal”.

“Les exigimos ser adultos cuando ni siquiera fueron niños. Una casa de acogida debe ser la última opción para un niño huérfano, un menor nunca debería pisarla. En la actualidad se vulneran muchos derechos a las familias que quieren adoptar y a los menores calificados”, cuenta.

En el anterior período legislativo, un proyecto de reformas al Código para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Copina) llegó hasta segundo debate, pero no se votó. La propuesta tenía cambios para los procesos de adopción, en sí, una reducción de tiempos y simplificación de trámites.

Con la nueva Asamblea se creó una mesa legislativa permanente de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes, comisión que solicitó la revisión del proyecto para su futura votación con un plazo que venció a finales de enero de este año, pero se extendió a un año más.

Lo relacionado con las adopciones, pese a que el Ministerio de Inclusión Social ya ha reducido (en teoría) los plazos a 9 meses para el proceso, en la normativa se busca simplificar procesos administrativos relacionados con el MIES y legales que dependen del sistema judicial, dice a EXPRESO la presidenta de la comisión, Pierina Correa.

“A un niño que queda huérfano, primero se le debe comprobar que no exista familiar hasta un cuarto grado de consanguinidad. Imagínate el tiempo que eso toma y si no hay, va a una casa de acogida hasta que se declare su adoptabilidad. Hay familias extranjeras que quieren adoptar, pero aquí primero se debe agotar el proceso con las familias calificadas, en ese lapso desisten y se van a otro país”, dice la legisladora.

Hay varias aristas nuevas. La comisión tratará el proceso adoptivo para los menores que quedan huérfanos por casos de femicidios o por la pandemia, al igual que el proceso para familias diversas (LGBTIQ+). Aunque en este tema, Pierina Correa argumenta que no se podrá incluir en el proyecto, porque no hay una sentencia constitucional.

“Hay que trabajar en una ley al respecto o en un pronunciamiento de la Corte Constitucional. En este momento no, porque no podemos inventarnos algo. El Código se contrasta con la Constitución, el Código Integral Penal, Código General de Procesos o legislación comparada”, explica.

La comisión aspira a terminar su trabajo y llevar al Pleno de la Asamblea el proyecto mucho antes de que se renueven autoridades en el Legislativo en 2023. El Código tiene cuatro cuerpos y lo conforman más de 600 artículos.

• Cifra. 1.630 menores están en casas de acogida, según datos del Ministerio de Inclusión Social.