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El rediseno extiende el cierre de un mercado

El edificio deberá estar listo en abril. La paralización de la obra inquieta a los vendedores.

Incomodidad. Los comerciantes del Mercado del Norte se quejan de la falta de espacio en el sitio provisional.

Cuando, en agosto, el Municipio retiró del Mercado del Norte a 116 comerciantes, para remodelarlo, les dijo que ninguno quedaría fuera del sitio provisional, pero 20 puestos de comida no trabajan desde entonces.

La entidad prometió que los 116 vendedores tendrían baterías sanitarias para comerciantes y usuarios durante el traslado a Boyacá y Piedrahíta, pero solo hay un baño para hombres y uno para mujeres, que allí son más de 70. Les falta agua y dicen estar hacinados.

EXPRESO recibe las quejas luego de que ellos notaran que la obra de reconstrucción, junto a la clínica Guayaquil, que supuestamente llevaría nueve meses y tendría que extenderse máximo hasta abril, está paralizada. Hay incluso quienes especulan que ya no se va a hacer nada, que les han mentido.

Ante esto, el director de Aseo Cantonal del Cabildo, Gustavo Zúñiga, aseguró a este Diario que la obra no está paralizada, que lo único que se está haciendo es una “redefinición del proyecto”, pues hay “detalles que se deben ajustar, que son técnicos, como ubicación de tuberías y otros temas”.

En el mercado provisional, sin embargo, es inevitable que las dudas crezcan. “Salimos de allá con la promesa de remodelación, pero no están haciendo nada, y nadie nos dice qué ha pasado”, lamenta Resurrección Chacaguazay, representante de los comerciantes.

La preocupación nace a raíz de que tienen ya tres meses en ese lugar y las ventas han bajado hasta en el 50 %. “Nuestros principales clientes llegaban en sus vehículos, pero como acá solo se dispuso una hilera para el parqueo, ellos prefieren no venir, porque casi nunca encuentran puesto”, explica.

Pero ese es solo uno de los problemas. “Usted no tiene idea de cómo estamos, aquí no hay infraestructura para todo lo que tenemos. No hay agua para los locales de carnes”, se lamenta Petita Escobar.

A manera de apoyo, los comerciantes que sí tienen un espacio compran comida a quienes atendían los comedores, que están sin trabajo y quedaron en la calle tras el traslado.

La principal angustia ahora es la aproximación del invierno. Temen que la situación se vuelva más dura cuando lleguen las lluvias, pues allí no hay protección suficiente y están seguros de que tendrán problemas con anegaciones en el sitio.

“Queremos que por escrito nos den la promesa certificada de que nos permitirán volver al mercado. Entregaremos oficios para que nos reciba el alcalde Jaime Nebot, nos aclare la situación y nos despeje las inquietudes”, adelanta el líder de los microempresarios.

Si no hay respuesta, no descartan una manifestación pacífica en los próximos días, pues no están conformes con la explicación del director de Aseo Cantonal.

Solo 96 entraron en el lugar

El predio de Padre Aguirre y Boyacá, en donde están actualmente 96 de los 116 comerciantes del Mercado del Norte, cuenta con una planificación presupuestaria.

Previo a la reubicación el lugar fue acondicionado para que los comerciantes puedan vender sin contratiempos.

En esos arreglos se invirtió cerca de 28 mil dólares. Pese a aquello, los usuarios se quejan porque solo hay dos baños y falta agua en algunos locales de carnes.

Una inversión de $ 830.000

La obra paralizada por ahora en el Mercado del Norte, junto a la clínica Guayaquil, está valorada en $ 830 mil y se supone que debe concluir en abril próximo. Entre los trabajos, habrá elevación del piso, cambio de cubierta y una reestructuración de espacios. La edificación es catalogada como patrimonial.