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Recursos utilizados en las manifestaciones

Tras 11 días de las más violentas protestas registradas desde hace mucho tiempo en nuestro país ha vuelto la ansiada calma. Digo calma y no paz, ya que ciertamente quedan aún en nuestras mentes las imágenes de una ciudad capital destruida, actos de vandalismo, un país partido y una economía con pérdidas irrecuperables que a más de uno le habrán provocado la ruina, lo que nos ha dejado profundamente perturbados. El discurso sectario de un dirigente indígena partió de una forma de pensar propia, y que a mi juicio, está lejos de representar la cosmovisión ancestral del pueblo indígena ecuatoriano.

Quedan en mi mente las imágenes que tras pocos minutos “del acuerdo” reportaba la televisión, ese caluroso abrazo que muchos de los exmanifestantes ofrecían a los miembros de la fuerza pública.

¿Con qué recursos se pagaron los implementos, alimentación y necesidades a los manifestantes, quienes pertenecen a sectores pobres y que viven del día a día en sus comunidades? ¡Cuidado! No será que en la lista interminable de explotadores de ese sector tan marginado de la sociedad, también hoy se cuentan a sus líderes?

Da la impresión de que los infiltrados gozaron de cierta venia. Si esto no es así deberá existir una purga y que se entreguen a los causantes de tanto latrocinio para ser juzgados de conformidad con la ley. En esta última parte coincido con las palabras del secretario de la Presidencia, señor Roldán.

Germán Lince