En el calendario histórico del Ecuador, el 5 de junio de 1895 es una de las fechas más importantes por la transformación social y política con importantes conquistas logradas, como el registro civil, el laicismo, el voto femenino y, además, la terminación del ferrocarril Guayaquil-Quito, que unió a una nación dividida por la geografía durante tantos años en Costa y Sierra.

Esta efemérides, que se celebró durante algunas décadas y que fue declarada día festivo dada su importancia, luego fue minimizada con el advenimiento de nuevas tendencias.

Hace 128 años, el 5 de junio de 1895, el colectivo social del Litoral, con un ejército de montubios macheteros, bajo la conducción y liderazgo de Eloy Alfaro, invitó al conjunto de ecuatorianos a realizar una profunda transformación política: la Revolución Liberal. En efecto, fue bajo esa ideología y doctrina que sus impulsores dejaron atrás y liquidaron las viejas estructuras económicas y sociopolíticas que los ataban al pasado gamonalicio e impedían la ruta a la modernidad. 

No fue un simple evento sociopolítico. Fue un proceso de profunda transformación que modificó el perfil del Ecuador. Lo hizo por la vía de la acción insurgente de la sociedad. Por este hecho el país separó y diferenció en la política, lo divino y terreno. Alejó a la Iglesia del disfrute del poder y del Estado, que fue definido como laico. Se inició la secularización cultural. De este modo la sociedad accedió a una cultura y una educación laicas. Fue mediante este proceso que el desarrollo capitalista, el libre mercado y la libre competencia se consolidaron. 

También se instauró el sufragio libre, se afirmó la libertad sin tutela religiosa ni partidista. El estímulo al comercio, el divorcio y la creación de un nuevo marco jurídico-institucional fueron algunos de sus grandes logros. 

La Revolución Liberal de 1895 no fue obra de un caudillo manabita, sino la acción colectiva de una sociedad, especialmente del Litoral, que con los montoneros montubios dio al traste con el pasado y sepultó un régimen caduco.

EL "VIEJO LUCHADOR"

El Gral. Eloy Alfaro nació en Montecristi, Manabí, el 25 de junio de 1842 y falleció en Quito, el 28 de enero de 1912, fue el líder nato de la revolución liberal en los años 1895 a 1924. Presidente del Ecuador en dos ocasiones (1897 a 1901 y 1906 a 1911). Por su valiente rol en las batallas de la revolución y por haber combatido al conservadurismo por unos 30 años fue conocido como el "Viejo Luchador". 

Alfaro se había convertido en uno de los más grandes opositores del entonces presidente Gabriel García Moreno y de su línea conservadora que siguió en el poder incluso después de su inmolación.

La venta de la bandera

El bochornoso caso de la venta de la bandera nacional, que ocurrió entre noviembre y diciembre de 1894 y durante el mandato presidencial del Dr. Luis Cordero Crespo, sucesor de Flores Jijón, determinó una reacción popular que propició las acciones reivindicadoras del liberalismo.

Mientras la protesta iba en aumento y la paz del país se tornó crítica durante enero y febrero de 1895, el entusiasmo de Alfaro por su causa tomó gran magnitud. Concha, Valdez y Montero se alzaron en Milagro, en tanto otros pueblos organizaron pronunciamientos, casi siempre acompañados de tumultos y enfrentamientos, que dicho sea de paso apoyaban al comité investigador del incidente formado en Guayaquil.

Pese a las explicaciones del primer mandatario Cordero Crespo, que dio pruebas que su mal colaborador José María Plácido Caamaño había actuado a sus espaldas para cometer el antipatriótico negociado, solo le quedó dimitir su alta función en abril del mismo año y encargar el mandato al vicepresidente Vicente Lucio Salazar.

El memorable día

La convocatoria a próximas elecciones presidenciales según el mandato de la ley, propuesta por Vicente Lucio Salazar, fue rechazada categóricamente por llevar incluida una serie de consecuencias y porque la revolución era un hecho junto a la demanda del poder para Eloy Alfaro. En Latacunga y Guaranda luchaban Julio Andrade, Francisco Hipólito Moncayo y Emilio María Terán por el triunfo total de su líder y lo propio hacían Manuel Serrano en El Oro y Pedro J. Montero en el Guayas.

El 4 de junio el pueblo de Guayaquil se tomó los cuarteles por lo que el Gobernador sin ninguna otra alternativa declinó su función ante una Junta, que continuó receptando la renuncia del resto de funcionarios. El gran día 5 mediante comicio público se proclamó a Eloy Alfaro como Jefe Supremo y general en Jefe del Ejército.

La revolución impulsó cambios

Entre los principales aspectos de la revolución está la implantación del laicismo en el Ecuador, con lo cual la Iglesia y el Estado fueron formalmente separados. Otras áreas donde hubo cambios significativos respecto del status-quo imperante desde la Colonia se enfocaron en permitir la libertad de cultos, la confiscación de los bienes eclesiásticos, la abolición del catolicismo como religión estatal, la enseñanza laica y el divorcio.

José Eloy Alfaro Delgado fue el líder de la revolución liberal, y Presidente de la República en dos ocasiones, en períodos que comprenden entre 1897 a 1901 y 19066 a 1911.

Después del cese de sus funciones, durante el gobierno de Emilio Estrada, Alfaro cuestionó severamente la administración del Presidente y pronto los coidearios de Alfaro empezaron a organizar una serie de sublevaciones militares. Alfaro fue desterrado a Panamá durante el gobierno interino de Carlos Freile Zaldumbide. El 4 de enero de 1912 volvió al país y pronto se propuso dialogar con el gobierno, sin embargo el general Leonidas Plaza lo encarceló.

El 28 de enero de 1912, una multitud de personas influenciadas por placistas y conservadores ingresó a la cárcel donde estaban detenidos Alfaro, sus familiares, y amigos, y después de un linchamiento, arrastraron los cuerpos de los líderes liberales por las calles de Quito hasta el parque El Ejido y finalmente los incineraron.