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Reconocimiento al legado de Sixto Duran-Ballen

“Ni un paso atrás”. Esa fue la consigna que repitieron decenas de personas mientras el féretro con los restos del expresidente de la República, Sixto Durán-Ballén, ingresaba al Salón de la Ciudad, en el Municipio de Quito.

Honores militares al arquitecto. El féretro café con los restos del expresidente Sixto Durán-Ballén fue cubierto con el tricolor nacional. La capilla ardiente se levantó en el Salón de la Ciudad como fue el deseo del exmandatario. Estuvo escoltado por cad

“Ni un paso atrás”. Esa fue la consigna que repitieron decenas de personas mientras el féretro con los restos del expresidente de la República, Sixto Durán-Ballén, ingresaba al Salón de la Ciudad, en el Municipio de Quito.

Algunos lloraron. Otros aplaudieron el paso del cofre que era transportado por agentes civiles de tránsito, metropolitanos y bomberos.

Fue el inicio del homenaje y despedida preparados para el exmandatario catalogado por sus excolaboradores como un gran constructor, demócrata, estratega y líder de la victoria militar en el Alto Cenepa.

En el Salón de la Ciudad se levantó una capilla ardiente. Cadetes de la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro hicieron guardia junto al cofre mortuorio cubierto con la Bandera del Ecuador.

Las primeras filas del local fueron ocupadas por sus familiares: su esposa Josefina Villalobos, sus hijos, yernos, nueras y nietos. Una nutrida delegación de militares acompañó el velorio en uno de los costados. El acto se inició a las 11:00.

El auditorio aplaudió de pie cuando el alcalde capitalino, Mauricio Rodas, destacó las virtudes del exjefe de Estado.

Él lo recordó como un alcalde planificador e invitó a seguir el ejemplo del personaje caracterizado por la “caballerosidad y decencia que tanto hace falta en la política”.

Sus logros fueron reconocidos con la mención de honor post mortem Marieta de Veintimilla gracias a su contribución al desarrollo y la materialización de proyectos. Ser gestor de la unidad nacional lo hizo merecedor del Gran Collar Rumiñahui para personajes ilustres que se entrega cada 6 de diciembre.

Los logros políticos de Durán- Ballén también fueron destacados por Carlos Larreátegui, su ex secretario de la Administración. Él habló en nombre de sus amigos. El académico elogió al estadista, constructor de obras, que tendió la mano a sus más acérrimos enemigos y supo perdonar. Según dijo, el “mayor constructor de la historia de la República”, murió sin un centavo y será recordado como el último ejemplo de una generación de caballeros.

Reveló un pedido de Durán- Ballén en el caso de fallecer: “que no lo llevaran al Palacio de Gobierno”. Su aspiración era estar en el Salón de la Ciudad.

Su mayor contribución fue el espíritu democrático y esa forma tolerante de hacer política, dijo. Añadió que en su gobierno se abrió el diálogo con el sector indígena. Nina Pacari, dirigente de la Conaie y exjuez constitucional, reconoció que Durán-Ballén tuvo su apertura al diálogo, pero matizó que fue “gracias a la presión de los pueblos que se movilizaron”. Pacari es una líder histórica que vivió ese proceso en ese Gobierno.

En nombre de la familia habló su hijo Jorge Durán-Ballén. “Para ustedes era el arquitecto, Sixto, el presidente; para nosotros, papá”. Resaltó su caminar transparente y su actitud muy clara, de servicio y paz.

José Gallardo fue su ministro de Defensa y lo recuerda como el estratega que condujo a la victoria militar durante el conflicto del Alto Cenepa. El general Luis Garzón, exjefe del Comando Conjunto, expresó la gratitud que los militares guardan para el expresidente “que supo tomar las decisiones acertadas en beneficio de la defensa y soberanía”.

Durán-Ballén será sepultado mañana, en Santa Teresita, luego de una misa en la Catedral.

El dolor embargó a su esposa Josefina

Josefina Villalobos –‘Finita’ como la trataba cariñosamente el expresidente Sixto Durán-Ballén– acompañó a su marido hasta el final. Ocupó con sus hijos y nietos los primeros asientos del Salón de la Ciudad. Recibió los abrazos y notas de pesar de políticos, amigos y ciudadanos.

Un exvicepresidente fue a despedirlo

Pedro Pinto Rubianes fue vicepresidente de Ecuador entre 2000 y 2003, durante la administración de Gustavo Noboa. Fue uno de los primeros en llegar al homenaje al expresidente Sixto Durán-Ballén. Él lamentó la pérdida de “un gran hombre”.

Largas filas en homenaje al expresidente

Desde antes del mediodía, cientos de ciudadanos hicieron fila para presentar sus condolencias a los familiares del exmandatario. Ingresaban por grupos al Salón de la Ciudad. Todos querían dar un último adiós al autor de la transformación arquitectónica y vial de la capital.

Reacciones

Excontralor

Sus cinco cualidades

El excontralor Marcelo Merlo resaltó las cinco características que, según él, pocos políticos reúnen en este país. Dijo que fue un hombre preparado para sus funciones y no aventurero. También fue un respetuoso de la institucionalidad, buscó el bien común, fue honrado y respetuoso de la opinión pública.

Militares

‘Entendió la misión de FF. AA.’

El general Luis Garzón, exjefe del Comando Conjunto, destacó que Sixto Durán-Ballén fue una de las personas que entendió el servicio que brinda el personal militar, la misión que cumplen las Fuerzas Armadas. Dijo que en su Gobierno estuvieron con la operatividad al máximo.

Religiosos

Un salón lleno de ciudadanos

Pasado el mediodía, al Salón de la Ciudad también llegaron religiosas y estudiantes de colegios de la ciudad. Quisieron dar el último adiós al expresidente. Una calle de honor conformada por policías metropolitanos escoltaron a los asistentes. El local se llenó.

Granaderos

Con honores militares

Los Granaderos de Tarqui cruzaron, desde el Palacio de Gobierno, para rendir honores al expresidente de la República. También rindieron honores a las autoridades militares presentes. Hubo el toque de corneta como muestra de respeto.