Tiempos. Para los recicladores no hay horarios ni horas extras, solo mucho material por recolectar.
Tiempos. Para los recicladores no hay horarios ni horas extras, solo mucho material por recolectar.Christian Vinueza

Recicladores: “Cuando nos atropellan o nos roban, nadie dice ni hace nada”

La poca regulación en precios merma el esfuerzo de cada jornada MIES levanta data a nivel nacional Recicladores exigen respeto y derechos laborales

No les molesta lo que hacen, pero sí cómo los tratan y la poca retribución que reciben por sus largas jornadas de trabajo. Para los recicladores que llevan a cabo sus recorridos en las calles, la jornada de trabajo es impredecible, y no por la cantidad de material plástico o de otra índole que puedan recolectar, sino por los peligros a los que se exponen todos los días.

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Para este grupo de personas que se han convertido en el motor de una economía circular, falta mucho para que su trabajo sea respetado y bien retribuido. Por ejemplo, cuentan que hay poca regulación en el costo del material que reciclan y comercializan. Explican que la paga es variable, independientemente del esfuerzo que realicen durante su jornada.

Mi trabajo inicia a las cuatro de la tarde y termina a las dos de la mañana. En esa jornada recojo hasta 14 kilos de plásticos. Eso equivale, a veces, cuando el precio está bueno, a 15 dólares”, detalla Edy Chila, de 22 años, mientras empuja un triciclo por una de las calles de la ciudadela Alborada.

“Hay recicladoras que quieren llevarse un gran porcentaje por ser intermediarias, por eso nos toca buscar la que mejor pague, aunque de esas hay pocas”, explica Chila.

Otros, como Jhon Erazo, de 37 años, son más descriptivos a la hora de hablar del oficio que realizan. Dice que, al igual que un recolector de basura, él sale a las calles a recoger material plástico que las empresas comprarán como materia prima, con la diferencia de que él no cuenta con un seguro social ni con una identificación laboral que le provea garantías.

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Llevo 10 años en esto y no me da vergüenza. Lo que sí me apena es sentir que mi trabajo no vale, que cada vez que nos roban o nos atropellan, nadie dice ni hace nada, como si fuéramos unos perros de la calle. Cuando eso pasa, nos ayudamos entre nosotros, porque seguro no tenemos”, sostiene Jhon.

En Ecuador, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hasta el año 2021, cerca de 20 mil personas se dedican al reciclaje. De este grupo, en la región Sierra el 70 % son mujeres, casi todas sin acceso a seguridad social.

Por su parte, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) ha iniciado un censo nacional de recicladores. El objetivo, asegura el titular de la entidad, Esteban Bernal, es visibilizar la realidad y el número de recicladores que hay en las 24 provincias del país. A partir de esto, dice Bernal, se permitiría, con la evaluación respectiva de otras carteras de Estado, la creación de una política pública que beneficie a los recicladores con incentivos, capacitaciones y, en el mejor de los casos, con seguridad social.

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Aunque para Juan Carlos Vera, propietario de una recicladora ubicada en el norte de Guayaquil, la acción del MIES no es nueva y no despierta expectativas en él ni en los 90 colaboradores que tiene en su lista de recicladores.

“Hace cuatro años nos reunimos con los del MIES y los recicladores. Nos prometieron capacitaciones, guantes, chalecos reflectivos y otras cosas que ya no recuerdo. Pero después de eso, se tomaron la foto, dieron declaraciones a la prensa que estuvo por aquí y nunca más volvieron”, cuenta Vera, quien califica el trabajo de “su gente” como sacrificado y poco reconocido.