Barcelona no es el único equipo que tiene motivos para festejar. Gracias al sistema de distribución de premios, el 66,6 % de los equipos locales fue beneficiado.

Los cuatro cupos para la Copa Libertadores fueron los más preciados y a los que apuntó la mayoría. Aunque, también hubo un segmento de clubes que miró a los cuatro sitios en la Sudamericana como la meta más ambiciosa.

Y estos premios fueron considerados como un éxito o un fracaso, dependiendo del club y de lo que se propuso al inicio de la temporada, de acuerdo a su presupuesto y a su plantilla.

Fuerza Amarilla, por ejemplo, obtuvo más de lo que buscó en la campaña. Sus metas eran ganar experiencia y salvar la categoría pero salió con un pase para la Sudamericana.

El Nacional es otro de los equipos que obtuvo más de lo que planificó. El proyecto con el entrenador Eduardo Favaro apuntaba al mediano plazo, con una plantilla relativamente nueva. Pero, los resultados señalan que fue el mejor, luego de Barcelona y Emelec.

Para Liga de Quito, en cambio, la clasificación a la Sudamericana es un premio consuelo. Debido a su presupuesto, cercano a los diez millones de dólares, la meta era salir campeón o volver a disputar una final en la Libertadores.