El entrenador español Juan Miguel Ramírez le dedicó el título de la Copa Sudamericana a su pupilo Mauricio Quiñónez, asesinado el 12 de mayo de este año, en un confuso incidente ocurrido en la isla Trinitaria, al sur de Guayaquil, donde sujetos lo balearon.

Y para hacer visible su homenaje al jugador fallecido, Ramírez se puso al revés una camiseta de Independiente del Valle con el nombre del jugador, durante la rueda de prensa, al final del partido.

“Le tengo muy presente porque lo quiero mucho... Mauri Quiñónez era un chico de bien, tranquilo y respetuoso. En el día más importante de Independiente del Valle cómo no va a estar presente. Este triunfo fue para él, siempre lo tenemos presente”, dijo Ramírez, quien dirigió en las formativas del club a Quiñónez, antes de ser ascendido como director técnico del equipo de primera categoría.

En el partido se semifinales con Corinthians, Ramírez sacó a relucir su aprecio por el chico que truncó sus sueños por culpa de los delincuentes y le dedicó la clasificación a la final.

Y después de consagrarse campeón en Asunción, al vencer a Colón, Ramírez volvió a acordarse de Mauri y en los festejos vistió su camiseta del alumno, para que de alguna forma esté presente en esa histórica noche.