Aunque el toque de queda rige desde la tarde de este 12 de octubre, y eso implica que ningún ciudadano puede caminar libremente, muchos quiteños han buscado la manera de hacerse escuchar.

Esto, frente a estas protestas que no cesan desde el pasado jueves 3 de octubre.

Los habitantes de diferentes barrios de la capital han optado por salir a las ventanas con ollas y hacerlas sonar. Dicen que es el cacerolazo por la paz.

En varios vídeos difundidos en las redes sociales se escucha al unísono, cómo, desde sus viviendas, golpean las ollas sin pronunciar ninguna palabra.

Incluso, en algunos sectores como en La Gasca, centro-norte de la ciudad, los vecinos se arriesgaron a salir a la calle para hacer sonar las ollas. Ellos dice que esperan que cese la paralización y los enfrentamientos. Otros grupo se concentró en el sector de Miraflores, cerca de la Controlaría General del Estado, en Quito.

En zona La Mariscal se sumaron las campanadas de la iglesia.

Hasta las 20:50 las calles lucían desiertas. Algunas ambulancias circulaban de repente. Y también uno que otro manifestante cargando palos.