Daniel Noboa
El presidente Daniel Noboa lideró la firma de convenios para las comunidades amazónicas del Ecuador.Presidencia De Ecuador

¿Qué es una Asamblea Constituyente y por qué Daniel Noboa la propone en Ecuador?

El presidente Daniel Noboa plantea convocar a una Asamblea Constituyente en medio de choques con la Corte 

El presidente Daniel Noboa anunció este miércoles 17 de septiembre de 2025 que incluirá en la próxima consulta popular una pregunta para convocar a una Asamblea Constituyente. La decisión llega tras un nuevo enfrentamiento con la Corte Constitucional, a la que acusa de frenar con “malicia” sus propuestas, y en medio de un contexto social marcado por protestas por la eliminación del subsidio al diésel.

El anuncio oficial de Noboa

En un comunicado dirigido a los “valientes ecuatorianos”, Noboa afirmó que el país vive un “secuestro institucional” y que las reglas actuales impiden luchar contra el crimen organizado y las estructuras políticas que lo protegen.

“Frente a este escenario, no hay espacio para la excusa, solo para la acción”, señaló. “Al plantear una pregunta esencial para la próxima consulta y convocar a una Asamblea Constituyente". 

Desacuerdos entre el presidente de Ecuador y la Corte

Horas antes, Noboa criticó nuevamente a la Corte Constitucional, acusándola de bloquear con fines políticos varias de sus preguntas para la consulta popular prevista para el 30 de noviembre. “¿Por qué quieren impedir que se pregunte a la gente?”, cuestionó.

La Corte ya había frenado iniciativas como la reducción de asambleístas, la creación de un registro de violadores y cambios en sus propias atribuciones, al considerar que no cumplían principios de claridad y proporcionalidad. Noboa, en cambio, insiste en que detrás de esos fallos hay “activismo político”.

¿Qué es una Asamblea Constituyente?

Una Asamblea Constituyente es un órgano extraordinario elegido por voto popular para redactar una nueva Constitución o reformar integralmente la vigente. Mientras está en funciones, sus decisiones prevalecen sobre las instituciones existentes.

En Ecuador, ya hubo tres procesos recientes desde el regreso de la Democracia: 1978, 1998 y 2008, esta última cuando la Asamblea de Montecristi, liderada por Rafael Correa, dio origen a la actual Constitución.

De aprobarse la propuesta de Noboa, sería la cuarta Constituyente en menos de 30 años, un reflejo de cómo el país ha recurrido a este mecanismo en momentos de crisis o bloqueo político.

Un escenario de tensión social y política

El planteamiento de Noboa también ocurre en medio de un clima social complejo. Tras la eliminación del subsidio al diésel, organizaciones como la Conaie han anunciado movilizaciones, mientras en varias provincias se registran cierres de vías y protestas.

Además, el giro presidencial sorprende porque durante la campaña electoral de 2025 Noboa habló de la necesidad de una Constituyente para “refundar” Ecuador, pero una vez en el poder dejó esa idea a un lado, respaldado por la mayoría que obtuvo en la Asamblea Nacional. Hoy, ante el bloqueo de la Corte Constitucional y el desgaste institucional, retoma esa propuesta como bandera política.

El pulso que viene

El anuncio marca un nuevo capítulo en el choque entre el Ejecutivo y la Corte Constitucional. Noboa busca instalar la narrativa de que su proyecto representa la voluntad del pueblo frente a una élite política y judicial que obstaculiza el cambio.

Un país con 20 constituciones en 195 años

Desde su proclamación como república hace 195 años, Ecuador ha tenido 20 constituciones, ninguna con una duración mayor a 23 años. Apenas tres textos —los de 1906, 1946 y 1978— superaron las dos décadas de vigencia, mientras que la actual, redactada en Montecristi en 2008, ya acumula 17 años. Esta inestabilidad contrasta con otros países de la región que han logrado mayor permanencia en sus cartas magnas, como Argentina (172 años), Uruguay (58) o Chile (45).

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Los juristas coinciden en que esta volatilidad refleja un problema histórico de inseguridad jurídica, donde la política recurre a procesos constituyentes como atajos frente a crisis coyunturales. Aunque en el debate público se sostiene que una nueva Asamblea Constituyente podría corregir bloqueos institucionales, expertos advirtieron a EXPRESO que que no hay argumentos suficientes para desechar la Constitución de 2008, considerada avanzada en materia de derechos y garantías.

La Constituyente "era" un recurso de última instancia

En agosto de 2025, la ministra de Gobierno, Zaida Rovira, explicaba que el presidente Noboa optó por la consulta popular en lugar de una Asamblea Constituyente debido a que este último es un proceso “muy delicado, muy complejo, de mucha responsabilidad y que toma muchísimo más tiempo”. Añadió que también implicaría un mayor gasto económico y distraería al país de atender los problemas cotidianos.

Rovira recalcaba que la idea de una Constituyente no estaba descartada por completo, pero sería una medida de “última instancia”. ¿Es la última instancia?

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